En las últimas semanas, los políticos argentinos pasaron a estar en boca de todos por las actitudes que tomaron respecto al acuerdo que logró el Gobierno nacional con el FMI. Desde el oficialismo hay posiciones cruzadas y Máximo Kirchner decidió renunciar a su cargo como presidente del bloque del Frente de Todos mientras que en la oposición, el PRO, critican el pacto sin conocerlo en su totalidad.
Esto refleja, claramente, que hay un descontento generalizado y que la sociedad queda en medio de cada discusión política, tal y como explicó Leandro Santoro, diputado nacional por el oficialismo, en A24. Sin embargo, el dirigente hizo un peculiar análisis que podría estar dirigido tanto al bloque de en frente como también a la interna que hay en su partido por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
«Me da la sensación que la política en muchas oportunidades esta en sus propios temas y eso genera que un sector de la sociedad se enoje», inició el funcionario que argumentó que «todo lo que tenga que ver con lo endogámico, mirarse el ombligo, las internas y el narcisismo» son algunas de los motivos por los cuales se genera una distancia con la sociedad, un punto que podría estar netamente destinado a Máximo Kirchner.
A su vez, advirtió que «hay un sector de la política que trata de sobreactuar la indignación para tratar de empatizar con la gente que está indignada y eso no ayuda a resolver el problema ni genera más representatividad, genera más indignación», el cual podría estar emparejado con los reclamos de parte de los halcones de Juntos por el Cambio, quienes cotidianamente se manifiestan por medio de las redes sociales ante cualquier hecho que no estén conformes.
Por último, Santoro señaló que «estamos mas preocupados en el impacto mediático o en las redes que en aportar ideas para encontrar la solución» a que los dirigentes políticos puedan realmente estar cerca de la sociedad y escuchar sus problemas, los cuales están centrados más que nada en la «inflación» e «incertidumbre» sobre lo que pasará en el país.
