Tras oficializar el aumento del 31 al 33% a las retenciones de la harina y aceite de soja hasta el 31 de diciembre, desde el Gobierno salieron a defender las medidas mientras el campo y la oposición insisten en rechazarla. «A los productores no se los afectará con esta medida«, argumentó la Casa Rosada. Apenas horas después de la confirmación de las disposiciones, la tensión con el campo escala y con el avanzar del reloj podría estallar en las calles.
El primero en expresarse fue el propio ministro de Agricultura, Julián Domínguez, quien afirmó este sábado que la decisión del Ejecutivo «no afectará a los productores» y explicó que «once empresas exportadoras» de harina y aceite de soja estarán alcanzadas por la medida. «La medida establece la suspensión temporaria del diferencial de dos por ciento” de los derechos de exportación de los mencionados derivados, expresó para confirmar que es una disposición transitoria.
Asimismo, el funcionario remarcó ante la prensa que «a los productores no se los afectará con esta medida, ya que tributan el mencionado porcentaje». En el mismo sentido,el titular de la cartera de agricultura esgrimió: «Esta medida alcanza a once empresas exportadoras de su producto de la soja, de las cuales ocho representan el 95% del total de las exportaciones». El Gobierno anticipó días atrás que su intención era avanzar sobre los oligopolios.
A pesar de la furia que provocó en el sector agrario esta decisión, en Casa Rosada remarcaron en el Boletín Oficial que «era necesario dictar una medida transitoria y temporal” que aumente las retenciones “con el fin de que el excedente que se recaude se destine a garantizar políticas tendientes a evitar un costo adicional en los alimentos para la población en general y, particularmente, para los sectores de menores ingresos”.
La advertencia del campo
El presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, adelantó que a raíz de la suba de retenciones podrían realizar un paro de productores. «Son medidas inentendibles. Desde el 2008 a ahora no cambió nada», aseguró el dirigente que adelantó que van a «ir al Congreso a ver a los legisladores, no solo a protestar. Ya estamos trabajando en eso».
Sumado a esto, el líder de la Sociedad Rural explicó que la guerra de Rusia y Ucrania, la cual es una de las causas de la inflación para el presidente, realmente es «una oportunidad histórica». Al respecto profundizó en LN+ que «tenemos capacidad para generar más y exportar. La decisión de sembrar trigo viene ahora. Si nos da certezas y que pasará más adelante en vez de 6 millones de hectáreas habrá 8 sembradas».
Con la oficialización de la medida, el sector rural podría movilizarse en todo el país en una imagen que reavivará las postales del 2008 cuando el campo protagonizó un histórico cruce con la entonces presidenta Cristina Kirchner por una decisión similar.
La reacción de la oposición
El economista liberal José Luis Espert se mostró muy crítico con la medida del Gobierno y resaltó una serie de incongruencias en la disposición. “Eliminan el diferencial a favor de la industria (está bien) subiendo retenciones a la harina y al aceite de soja (pésimo) en vez de bajárselas (lo correcto) al poroto, para financiar el fideicomiso del trigo. Un chino más atravesado que el jorobado de Notre Dame”, precisó en redes sociales.
“Cuando falta plata el kirchnerismo se la agarra con el campo. Pero el campo tiene memoria. Los productores que generan las divisas, porque son los que producen y exportan, se van a poner de pie.
Si el Gobierno no lee la fatiga social tendrá problemas”, esgrimió el cordobés Mario Negri. En tanto, su compañera de JxC y representante de la CC-AR, Paula Olivetto, anticipó que la coalición opositora buscará frenar las medidas: “En el Congreso y en tribunales vamos a trabajar para ponerle límites”.
