El presidente Vladimir Putin dio su justificación para invadir Ucrania durante una conferencia realizada de manera virtual. Allí, no solo anunció que la operación militar, que se inició el miércoles 23 de febrero, está llevándose a cabo “de acuerdo con el plan”, sino que no mostró señales de detener la ofensiva. A pesar de las sanciones y del aislamiento financiero a nivel mundial, el primer mandatario continuará atacando y tomando las ciudades.
“Nuestras tropas luchan con persistencia y plena comprensión de que su causa es correcta. Nunca renunciaré a mi convicción de que rusos y ucranianos son un solo pueblo”, afirmó la máxima autoridad del Kremlin. Consecuentemente, habló sobre el problema de la influencia nazi en el territorio: “Aunque algunas personas en Ucrania han sido intimidadas, muchas han sido engañadas por la propaganda nazi y nacionalista, pero algunas han seguido deliberadamente el camino de los secuaces nazis”.
Con respecto a los civiles ucranianos caídos por la guerra, que se estima son unos 2000, el presidente señaló que “nuestros soldados y oficiales se esfuerzan por evitar bajas civiles”. Sin embargo, también destacó que “lamentablemente, ellos mismos sufren bajas”. Por lo tanto, dijo: “Es nuestro deber apoyar a las familias de nuestros camaradas de armas caídos y heridos, que lucharon por la seguridad de nuestra patria, por nuestro pueblo, el pueblo de Rusia”.
Asimismo, Vladimir Putin condecoró con el premio Héroe de Rusia a los militares rusos caídos en Ucrania. También destacó que entregará compensaciones económicas a los familiares de los soldados. Con la premisa de destruir “la anti-Rusia de Occidente”, Vladimir Putin aseguró que “estamos luchando contra las amenazas, incluso de las armas nucleares”.
Rusia y Ucrania como «una nación»
No es la primera vez que el presidente de Rusia afirma que su nación y la de Ucrania son una. En una entrevista de varias horas realizada con el cineasta estadounidense Oliver Stone, en junio de 2019, Putin sostuvo: “Creo que rusos y ucranianos son un pueblo… en realidad una nación”, y su argumento fue: “Cuando estas tierras que ahora conforman el centro de Ucrania se unieron a Rusia… nadie se consideraba otra cosa que ruso”.
“La base era la afiliación religiosa. Todos eran ortodoxos y se consideraban, a sí mismos, rusos. No querían ser parte del mundo católico al que Polonia [país prooccidental anexado a la Unión Europea en 2004] trataba de atraerlos. Soy consciente de que, a lo largo del tiempo, la identidad de esa parte de Rusia se determinó, y esa gente tiene el derecho. Si una gran parte de la gente que vive en Ucrania cree que debe reforzar su identidad, luchar por ella, en Rusia nadie está en contra de eso y yo tampoco, pero tenemos mucho en común”.
A su vez, deslizó la posibilidad de que eso ayudaría, en un futuro, a la anexión de Ucrania a Rusia (con la ayuda, por ejemplo, de los rebeldes prorrusos en las ciudades de Donetsk y Lugansk). “Podemos usarlo como una ventaja competitiva en ciertos procesos de integración. Es un hecho obvio. Pero el Gobierno ucraniano de hoy no quiere eso, evidentemente”, destacó Putin.