El presunto hackeo que sufrió Wanda Nara ayer a la noche le trajo más de un dolor de cabeza a la empresaria. Es que luego de que la mediática acusara haber perdido su perfil de Instagram por algunas horas, trascendió que la pareja de Mauro Icardi seguiría muy atenta a la China Suárez, involucrada en la casi separación de Wanda. Tras la polémica, salieron a la luz detalles de la cuenta trucha que tendría la esposa del futbolista de PSG para espiar a la China.
«Ya todos están al tanto de la supuesta cuenta trucha de Wanda, que cambió el nombre y que sigue a la China. Pero lo mejor es esto. Si a esa cuenta trucha le ponés: ´olvidé la contraseña´, te la vincula a este mail que empieza con la W. Acabo de chequear y los números que aparecen coinciden con el teléfono de Wanda», manifestó el periodista Pampito en Twitter, dando detalles de la polémica cuenta que tendría la pareja de Mauro Icardi.
Por lo pronto, la China la ligó ayer. «¡Ese gato de la China solo sabe acostarse con casados! Mauro no es tonto, por eso le contó a Wanda y la dejó a la China como lo que es, un gato regalado. Tenés que aprender a hacerlo como yo. El chileno calentón por bombacha floja se escapó. En París se sacó la bombachita y a su casa se volvió solita», rezaban algunos de los polémicos mensajes que se publicaron en el perfil de Wanda en contra de la modelo.
Tras el escándalo, Wanda salió a reconocer en horas de la madrugada que el problema en su perfil de Instagram ya había sido solucionado. «Gracias a mis amigos que a cualquier hora me ayudan en todo. Hace dos meses me hackearon twitter con casi 4 millones de seguidores y no pude aún recuperar. ¿Qué buscan?», manifestó la mediática, defendiéndose de las críticas que recibió. Por lo pronto, varios periodistas desconfiaron de su versión.
Cabe destacar que Wanda había sido lapidaria con la China tras el affaire entre su pareja y la modelo. «No era amiga de la China Suárez, teníamos una buena relación. Mi reacción fue medio machista. Yo soy muy chapada a la antigua: no somos una pareja abierta. Para mí un mensajito es divorcio. Los mensajes decían cosas que yo no habría escrito y no me esperaba que Mauro no me haya contado. Nunca habíamos tenido un problema así», sentenció hace un tiempo la empresaria.
