Las tropas de Rusia han avanzado y tomado ciudades en los últimos días. Esto lo hizo a través de un violento e intenso fuego. El conflicto ha escalado a niveles muy peligrosos para los civiles. Desde que comenzó la invasión ya hay decenas de fallecidos por las embestidas del Ejército de Vladimir Putin. Pese a la resistencia de Ucrania, los agresores hicieron un alto al fuego, en dos ciudades, para que la gente se retire de los centros urbanos.
Ya en varias ocasiones, desde el Kremlin, denunciaron que Ucrania usaba a los civiles de «escudo» para no recibir ataques. Hace algunos días el Presidente de Rusia sostuvo que el Gobierno ucraniano puso armamento militar en patios de escuelas. Además acusó de poner en riesgo a todos los ciudadanos. Con esas afirmaciones buscó deshacerse de responsabilidades por decesos de personas que nada tienen que ver con el conflicto.
Por el lado de Ucrania se sostienen firmes en la creencia de que, lo que hace Putin, son crímenes de guerra. Para la nación agredida las tropas rusas no hacen diferencia entre los militares ucranianos y los civiles. Los «crímenes de guerra» se denomina a atacar a poblaciones civiles, violar las Convenciones de Ginebra y por atacar grupos específicos. Para Volodimir Zelensky, Rusia cumple los requisitos.
Desde Moscú quieren demostrar que las acusaciones son falsas y decidieron dar un alto al fuego. Esta decisión tiene que ver con la «posibilidad» que dieron las fuerzas armadas rusas a los ucranianos residentes en Mariupol y Volnovakha. Han cesado con los ataques para darle tiempo los ciudadanos de buscar otro lugar. Saben que continuarán con los bombardeos y para evitar muertes de inocentes, informa CNN.
«Hoy, 5 de marzo, a partir de las 10 a.m., hora de Moscú, la parte rusa declara un régimen de alto el fuego y abre corredores humanitarios para la salida de los civiles de Mariupol y Volnovakha«, expresa el comunicado que salió desde el Ministerio de Defensa ruso. «Los corredores humanitarios y las rutas de salida han sido acordados con la parte ucraniana», sentenciaron desde el Kremlin.
