Connect with us

Hola, qué estás buscando?

POLÍTICA

Video: el furcio de Fernando Iglesias sobre la guerra Rusia-Ucrania que lo dejó expuesto

Fernando Iglesias

El diputado nacional Fernando Iglesias es uno de los dirigentes más polémicos dentro de Juntos por el Cambio. Acérrimo defensor de Mauricio Macri y fiel ladero de Patricia Bullrich, Iglesias cometió el último domingo un insólito furcio mientras hablaba sobre la guerra RusiaUcrania. En lugar de hacer referencia a un Estado tapón (o colchón, o amortiguador), habló de un Estado “tampón”.

Fue durante una entrevista en el programa Especial Domingo (La Nación +), más precisamente sobre el inicio, donde se refirió a la posición de Rusia contra la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “La Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, la organización de seguridad rusa, paralela a la OTAN, tiene un montón de Estados que tienen frontera directa, por ejemplo, con China”, introdujo el diputado.

Y continuó con el lamentable furcio, que lo pronunció cuatro veces en el mismo párrafo: “Esta idea de que Ucrania tiene que ser un Estado ‘tampón’, que la hace gente que parece que está jugando al T.E.G., pero adentro hay gente con sus deseos, sus ideas. Bueno, Estado ‘tampón’. Y entre Rusia y China hay frontera directa, y los países satélites de la OTAN rusa dan todos contra China. Hay que meter Estados ‘tampón’. ¿Eso no tiene que ser Estado ‘tampón’?”, planteó Iglesias.

En esta línea, recordó: “Cuando se cayó la Unión Soviética, que se suponía que había igualdad, entonces Ucrania valía lo mismo que Rusia y tenía armamento atómico. Es raro que estos muchachos que digan la simple posibilidad de que Ucrania entre en la OTAN amenaza a Rusia. Pero los muchachos de Ucrania tenían armamento apuntando hacia Occidente y eso estaba fenómeno, ¿no?”, preguntó de forma retórica.

¿Qué quiso decir Iglesias?

El diputado nacional en realidad quiso decir “Estado tapón”. Según el sitio El Orden Mundial, se considera un Estado tapón o colchón a un país independiente, normalmente pequeño, ubicado geográficamente entre dos potencias mayores con intereses enfrentados. La presencia del Estado tapón evita que las dos potencias se enfrenten o, al menos, reduce ese riesgo. No obstante, la sola existencia de un Estado tapón no es sinónimo de paz entre las dos potencias rivales, para lo que son necesarios otros mecanismos diplomáticos.

La ubicación de los Estados tapón los hace muy vulnerables ya que la tensión entre dos potencias vecinas podría convertir a estos países en un “campo de batalla”, consideró el citado portal. Y graficó con los casos de Bélgica y Polonia: el primer país, colchón entre Francia y Alemania, sufrió las dos guerras mundiales; mientras que Polonia, dependiente durante la Primera Guerra Mundial, sirvió de campo de batalla entre Alemania y Rusia, y años después, fue uno de los epicentros de la Segunda Guerra Mundial.

En este sentido, los Estados tapón sufren de la dificultad de mantener una política de neutralidad. Pues, si las potencias se sienten inseguras ante las intenciones de su rival, podrían tentarse a intervenir para asegurarse su dominio en el Estado colchón que las separa antes de que lo haga su contraria. Casi premonitoriamente, El Orden Mundial, en su artículo de mayo del año pasado, graficó esta última posibilidad con el caso Ucrania en tanto la disputa Unión Europea-Rusia por ejercer influencia sobre dicho territorio.