El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera movilizar unos 45.000 millones de dólares para un nuevo fondo fiduciario que ayude a un mayor número de países, entre los que se encuentran algunas economías de renta media, a hacer frente al cambio climático y a otros retos a largo plazo, según se desprende de un documento elaborado por el personal del organismo.
Se prevé que el Directorio Ejecutivo del FMI apruebe este miércoles los planes para el nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RST) que fueron elaborados por el personal del FMI después de que el G20 respaldara la creación del instrumento en octubre.
Según el documento, casi tres cuartas partes de los 190 miembros que integran el organismo podrían obtener préstamos del nuevo fideicomiso, el primer instrumento del prestamista mundial creado expresamente para ayudar a los países a gestionar los riesgos de la balanza de pagos que plantean los desafíos a largo plazo.
«Hoy en día, incluso cuando los países miembros del FMI se enfrentan a los desafíos inmediatos del aumento de la inflación, la limitación del espacio fiscal y la recuperación de la pandemia —exacerbados por los riesgos asociados a la guerra en Ucrania— también están pidiendo ayuda al Fondo para responder a los desafíos a más largo plazo, como el cambio climático y la preparación para la pandemia», dice el documento, informó Reuters.
El RST, propuesto por primera vez en junio por la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ofrecería a los países una financiación asequible a lo largo de amplios períodos de reembolso. Esta previsto empezar a conceder préstamos en el marco de este programa en octubre.
RST
Para poder optar a los préstamos del nuevo RST, los países tendrían que seguir desarrollando «medidas regulatorias y de reforma creíbles», tener una deuda sostenible y una capacidad adecuada para reembolsar al FMI, y formar parte de un programa de financiación concurrente o no respaldado por el FMI, según el documento.
Los criterios de elegibilidad se establecieron para «preservar la estabilidad económica» al tiempo que se mitigan los riesgos financieros para el fondo, según el documento. También se espera que la financiación sirva de catalizador para una mayor financiación pública y privada, según el documento.
Los miembros más ricos del FMI podrían contribuir al fideicomiso donando sus Derechos Especiales de Giro no necesarios, que constituyen las reservas de divisas propias del FMI, de una asignación de 650.000 millones de dólares aprobada el pasado agosto.