Luego de mucha espera, finalmente volvió a la pantalla de Telefe una nueva temporada de ‘PH Podemos Hablar‘. En este primer programa, Andy Kusnetzoff recibió importantes figuras del espectáculo, entre ellos Gonzalo Heredia. Durante el punto de encuentro, el actor decidió sincerarse, al compartir una situación que tuvo que vivir en su carrera.
Frente al resto de los invitados, Gonzalo Heredia decidió pasar al frente cuando Andy Kusnetzoff propuso que lo hagan los que aprendieron a reírse de sí mismos, y decidió contar su experiencia. «Empecé cuando tenía 20 años y sin darme cuenta construí una especie de imagen paralela a este actor, que empezó estudiando teatro desde chico. También, empecé a hacer ciertas novelas, personificando cierto tipo de galán y cercano al héroe», comenzó explicando el actor.
Luego, comentó que, «paralelamente, también en mi vida real comencé a construir esa imagen del galán, y hasta me da mucha gracia. En algún punto eso se me empezó a instalar en la vida, en formas de ser y relacionarme. También en el medio empecé a construir esa imagen, yo también era parte de eso, a través de entrevistas y programas de televisión. Vos construís esa imagen, quizás sin darte cuenta o porque la corriente va para ese lado y acompañas esa corriente».
En ese momento, decidió compartir una experiencia que tuvo que vivir, que lo ayudó a cambiar. «Me acuerdo una vez que estuve nominado a unos Martín Fierro. Me da mucha gracia, bastante pudor, pero es lo que me pasó. Estaba nominado y lo perdí, y estuve deprimido mucho tiempo, sentado en el living de mi casa mirando por la ventana todo un día. Los premios, más allá del merecimiento y demás, es también una caricia al ego. Nosotros trabajamos con este ego y muchas veces hay que educarlo cotidianamente», expresó Gonzalo Heredia al aire.
Finalmente, concluyó contando que «empecé a darme cuenta que yo no era eso que estaba construyendo. Que ese personaje que se había construido en los medios, que era funcional a cierto negocio y demás, no era yo. Me empezó a pasar esto de preguntarse quién es y para qué haces lo que haces. A partir de eso, fue reírme de esa figura, reírme de esta imagen de galán, sobre todo de la belleza, de la estética, y empezó a fluir otra cosa».
