Federico Bal se sinceró sobre lo que tuvo que vivir: "Una película de terror" ESPECTÁCULO El Intransigente

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Federico Bal se sinceró sobre lo que tuvo que vivir: «Una película de terror»

El joven está pasando por un momento muy difícil, tras el fuerte accidente que sufrió trabajando en Brasil.

Días atrás, la noticia del fuerte accidente que tuvo Federico Bal mientras grababa para su programa en El Trece, golpeó el mundo del espectáculo. Rápidamente, su madre, Carmen Barbieri viajó a Brasil para acompañarlo hasta que lo operen. Es por esto que, en ‘Intrusos‘ decidieron hablar con el protagonista, para que cuente todos los detalles de lo que le sucedió.

«Fue un accidente bastante difícil, todavía no caigo. Tengo todavía flashes cuando me voy a dormir de todo lo que viví y de todo lo que vi cuando me levanté del accidente. No se me van a poder borrar, todavía tengo un poco de esa cosa post traumática de los accidentes, que no me puedo sacar imágenes terribles», comenzó sincerándose Federico Bal.

Entonces, decidió contar cómo fue el accidente: «Es como si fuese un parapente, con toda la vela. Pero tiene una estructura muy austera, de caños y un súper ventilador, que es como la hélice de un motor. Ya la primera vez se enganchó el camarógrafo con la vela, y abortó el brasilero. Volvió a querer salir, y yo con desconfianza dije ‘bueno, vamos a hacerlo'».

Luego, explicó: «De golpe parece que hubo una ráfaga de viento, un bache que pisa la rueda delantera, y no es como un auto, tu cuerpo es el chasis, entonces se da vuelta y volcamos, rodamos. Me fracturé la nariz, me rompí un pómulo. Me caí al piso y se me cayó arriba todo el motor, entonces me fracturé en tres partes el antebrazo, con fractura expuesta».

«Era una película de terror, me levanté con el brazo… no sé cómo explicarte la sangre que salía», sentenció Federico Bal. Pero luego, entre risas contó que «cuando me levanto, todos corrían, gritaban. Entonces, yo, con toda la tranquilidad del mundo, me agarré del brazo, cual soldado en la guerra, y dije ‘chicos, tranquilos, no corran, me acabo de hacer mier… un brazo, ¿alguien puede llevarme a una clínica? Fue muy gracioso porque todos me decían ‘no puedo creer como no lloraste'».

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