La inflación es uno de los fenómenos más difíciles de controlar para el Gobierno de Alberto Fernández. En las últimas semanas se registró una importante suba en los precios generales aunque los alimentos encabezan la lista del INDEC. En este marco, diferentes propuestas para desacelerarlo aparecieron aunque el reclamo más recurrente está en que hay muchos impuestos que engrosan su valor.
En Casa Rosada aclaran que esto no es así y que realmente los productores suben sus precios de manera especulativa. Sin embargo, un informe entregado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) revela que un 25% del precio final de los alimentos va destinado a impuestos. Los productos básicos son los que más respetan esta tabla aunque hay variaciones según NA.
Se estima que 1 de cada 4 pesos se va en cargas impositivas aunque hay excepciones. Por ejemplo, la carne de vaca tiene un 28% de impuestos en su precio final mientras que en el pan francés esto desciende al 23%. Otro de los casos llamativos es el de la leche entera, cuya imposición es del 26% sobre su valor final, lo que marca un elevado costo para los productores.
¿Cuántos impuestos paga un sachet de leche?
Este mismo trabajo señala que un sachet de leche entera tiene su valor distribuido en diferentes espacios. El tambo representa un 35%, la industria 32%, comercio 7% e impuestos 26%. Esto marca que la carga impositiva es un factor determinante en el precio final del producto aunque no estrictamente el causante de la inflación más allá de que cuente con varios impuestos.
Dentro de los impuestos que pagan, un 78% corresponde a nacional, 18% provinciales y 4% municipales. Lo más llamativo es que el IVA representa un 67% de todos las cargas que deben abonar, un indicador que marca que hay una tarifa excesiva allí. Si tomamos otros productos, por ejemplo el pan, se multiplica por 7,5 su valor hasta que llega a la mesa de los argentinos.