Este jueves por la mañana se vivió una particular situación: muchos medios europeos increíblemente dieron por fallecido a Mino Raiola, el representante de futbolistas más famoso del mundo que tiene a Haaland y Pogba, entre otros, pero el propio agente tuvo que desmentir su muerte a través de Twitter. Sin embargo, su estado no deja de ser crítico.
A sus 54 años, Raiola sufre desde enero una enfermedad pulmonar por la que ya tuvo que pasar por el quirófano y desde hace algunas horas se encuentra internado en el Hospital San Raffaele de Milán en grave estado. Y durante la mañana de este jueves numerosos medios del viejo continente informaron su fallecimiento, algo que su propio entorno y él mismo desmintieron.
«Estoy indignado por las llamadas de pseudo-periodistas que especulan sobre la vida de un hombre que lucha por sobrevivir», indicó el doctor Alberto Zangrillo. A su vez, el propio Raiola escribió en su cuenta de Twitter: «Estado de salud actual para los que se preguntan: cabreado, por segunda vez en cuatro meses me matan. También parecen capaces de resucitar».
De lavar los platos a ser millonario: la historia de Raiola
El agente más famoso del mundo del fútbol tiene una particular historia de vida. Nacido el 4 de noviembre de 1967 en Nocera Inferiore, en las cercanías de Nápoles, Raiola se fue a vivir de chico a los Países Bajos junto a su familia, donde su padre inauguró una pizzería a la que bautizó Napoli. «Con 11 o 12 años me fui a trabajar con él. Él estaba en la cocina, así que… ¿qué podía hacer? Podía lavar los platos. Y a mí todavía me gusta lavar los platos. Me da una especie de paz limpiar cosas, ves el resultado inmediato de tu trabajo«, contó tiempo atrás el italiano.
Luego de una prueba sin mucho éxito en el HFC Haarlem, el club de la ciudad en donde vivía, Mino comenzó a trabajar como director deportivo de dicha institución y tiempo más tarde creó Intermezzo, una agencia para representar futbolistas. Su primera gran movida dentro del fútbol fue en el año 1993 cuando Dennis Bergkamp pasó del Ajax al Inter. Y a partir de ahí, el resto es historia.