Más allá de su espacio diario en la pantalla de América TV, Florencia de la V también interactúa con sus seguidores en las redes. De hecho, la popular presentadora «Intrusos» eligió reflexionar sobre una tragedia que se cobró la vida de dos personas hace unas semanas y dejó unas palabras contundentes sobre lo que pudo observar en la Avenida Libertador después de la ceremonia de los Martín Fierro.
«El domingo de la semana pasada, volviendo de la fiesta de los Martín Fierro, unas cuadras antes de llegar a casa me topé con un terrible accidente sobre avenida Libertador. No sé cómo actúan ustedes ante los siniestros de tránsito. Yo nunca quiero mirar, pero lo termino haciendo; esta contradicción es casi una constante, me produce terror ver los autos retorcidos como si estuvieran hechos de papel, me pone mal descubrir en el suelo los cristales rotos o sentir el olor a combustible», contó primero.
Más adelante detalló: «Este accidente ocurrió alrededor de las 21:20 horas, cuando un hombre que conducía a más de 150 kilómetros por hora perdió el control del vehículo. El resultado de la negligencia fue de dos personas muertas (de 15 y 23 años). El test de alcoholemia detectó que el conductor había tomado y la noticia salió en todos los medios».
«Se trata de una esquina que suelo cruzar con frecuencia con toda mi familia y el estupor que me provoca es inmenso. Me cuesta creer que haya personas con semejante grado de irresponsabilidad que amenazan la vida ajena así, sin otro recurso que el de un vehículo. Asociamos la idea de riesgo para nuestras vidas con las armas, con las enfermedades graves, pero la realidad indica que lo más peligroso es el mero hecho de circular por la calle. El índice de accidentes de tránsito que manejamos en este país es único. Los siniestros son una de las primeras causas de muertes en menores de 35 años», comentó después.
Para concluir, Florencia de la V expresó: «Por lo general, son siempre consecuencia de una cadena de eventos y circunstancias en las que nosotros, como sociedad, podemos intervenir para evitarlos. Por alguna razón, esto está fallando. Creo que todxs conocemos a alguien que alguna vez nos haya confesado haber manejado luego de tomar una copa de alcohol. Incluso entre grupos de amigxs siempre existe algún impune de turno que defiende que el alcohol no le afecta y que cree que controla la situación. Lo que me resulta completamente espeluznante es comprobar que una persona se atreva a conducir su auto a 150 kilómetros por hora en una de las avenidas más transitadas de Buenos Aires».