Durante las últimas semanas Gerard Piqué estuvo en el ojo de la tormenta debido a que se comprobó mediante la filtración de una serie de llamados al presidente de la Federación Española de Fútbol que él mediante su empresa Kosmos se encargó de negociar la creación del nuevo formato de la Supercopa Española y su posterior venta a países extranjeros.
Luego de haber sido duramente criticado, ya que se esgrime que hay un conflicto de intereses y un vínculo más que cercano a Luis Rubiales, el defensor de Barcelona decidió romper el silencio para dejar en claro que más allá de cómo se vea todo, no incurrió en nada fuera de la ley y que todo se trata de una actividad comercial por fuera de lo deportivo.
“No tengo nada que ocultar, todo es legal. Luego está el tema del conflicto de intereses. Para mí no lo hay. Lo único ilegal que hay es que alguien ha accedido a mensajes vocales privados y los ha filtrado a la prensa”, comentó en primer lugar en diálogo con L’Equipe. Al mismo tiempo aseguró que su empresa se llevó una comisión, por lo que no se le debe nada.
Además quiso realizar un paralelismo sobre sus actividades comerciales con lo que sucede por ejemplo en el caso de Novak Djokovic, quien es el propietario del torneo ATP 250 de Belgrado. “Este tipo de situaciones son cada vez más frecuentes en el deporte. Y lo serán más porque hay cada vez más deportistas como yo que invierten en el deporte antes de retirarse”, afirmó.
Por último, Piqué reafirmó su intención de invertir y develó que estuvo a punto de comprar un club. “Estábamos a punto de comprar el Red Star de París. Desafortunadamente, llegamos un poco tarde a las negociaciones. Pero fui a París, vi el estadio, hablé con Patrice Haddad, el propietario en ese momento…”, concluyó.