En su última aparición pública, Cristina Kirchner le pidió al presidente Alberto Fernández que «use la lapicera» y efectivamente sucedió. El jefe de Estado trabajó en conjunto con el ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre el proyecto de renta inesperada y mañana lo presentarán. El mismo busca aplicar un impuesto sobre los ingresos extraordinarios de ciertas empresas durante el periodo de guerra entre Rusia y Ucrania.
Según explicó el ministro, “la ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en 2022 en relación con 2021? para quedar dentro de esta carga impositiva. Además, «el resultado ordinario (el margen de ganancia) también tiene que ser anormalmente elevado en 2022″. Se estima que cualquier empresa que supere los 1.000 millones de pesos de ganancia estaría dentro de este grupo.
Por su parte, Guzmán aclaró que “se incluirá un criterio en el que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión el monto de la contribución será menor». En concreto, esta medida impulsada por Alberto Fernández apunta a que las grandes empresas no acumulen riquezas porque apunta a redistribuir el dinero para que la inflación no siga creciendo.
Cabe señalas que se trata de ganancias extras que han obtenido las empresas sin haber hecho un esfuerzo adicional o nueva inversión. Consideran que aprovechar la guerra en Europa para tener más rédito de ciertos productos no es favorable para todos los sectores de la sociedad y buscarán tratar esto en el Congreso de la Nación más allá que en Juntos por el Cambio adelantaron su voto negativo.
¿A cuántas empresas alcanzaría este impuesto?
Según las estimaciones del ministerio de Economía, si se aprueba este proyecto solamente el 3,2% de las empresas deberían pagarlo. A su vez, se espera que el proyecto que presentará Alberto Fernández tenga diferentes montos a pagar dependiendo de cuánta más ganancia hayan obtenido. De esta manera, se segmentaría también este tipo de imposición.
