Fuertísimo. Así fue el relato que dejó nada más y nada menos que Fátima Flórez en “Flor de Equipo”, el programa que codujo Denise Dumas y que se emitió a través de la pantalla de Telefe. Allí, la actriz y humorista no dudó en hacer referencia a los conflictos que tuvo que afrontar con Evangelina Anderson y Fernanda Vives, en sus épocas de vedette.
“Me hacían muchas maldades y cosas feas. No volvería a trabajar con ellas. De esto no dudo nada y es absolutamente cierto: me hacían cosas feas y malas. Yo a esto nunca lo conté, pero no estuvo bueno, la pasé realmente mal. Estábamos todas empezando y había una especie de abuso de poder. Como ellas eran amigas de los jefes y se sentían intocables, pero yo estaba solita y desprotegida, me hacían de todo», comenzó asegurando.
“Como Mónica Corona, que era la productora, me puso arriba en el cartel, a ellas les agarró un ataque y me empezaron a hacer la vida imposible. Me pisaban el vestido, me cortaban los breteles del corpiño, escondían los tacos y como yo tenía un cambio rápido entre cuadro y cuadro, un día directamente no encontré los tacos y salí descalza a escena, pero nadie lo notó porque iba en puntas de pie”, arremetió Fátima Florez.
Sin rodeos
Delante de cada uno de los televidentes, fue por más. “Le arrancaban las plumas a mi casco, me sacaban los brillitos a mi vestido final, me desaparecían muchas cosas, se burlaban de mí y hasta en el saludo final me pisaban la cola del vestido y yo me quedaba como pisando en falso cuando tenía que adelantarme para saludar al público», lanzó.
«No hubo nada puntual, creo que simplemente les molestaba mi presencia. Encima compartíamos las tres el mismo camarín, un día desaparecieron unos aros y me echaron la culpa a mí ellas dos, pero resulta que los aros los había auto robado Evangelina. Gracias a Dios había un técnico que estaba arriba, vio toda la escena y dijo: ´No, si Fátima no estaba ahí, fue Evangelina, yo la vi´», contó.
«No trabajaría con ellas porque busco gente talentosa. Los chicos de mi compañía son todos muy talentosos: cantan, bailan, actúan, zapatean, hacen acrobacia. En su momento no pude hacer nada porque tenía que cuidar mi trabajo y si se enojaban los jefes, yo volaba. Siempre hay manzanitas que pudren el cajón, sin embargo este medio está lleno de gente que envidia y que no le gusta que el otro crezca”, finalizó.