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SOCIEDAD

Murió una histórica integrante de Abuelas de Plaza de Mayo

Se trata de una de las mujeres que logró recuperar a su sobrino, llamado el “nieto 121”. La organización le dedicó una sentida despedida.

Abuelas de Plaza de Mayo

Abuelas de Plaza de Mayo despidió este miércoles a una histórica integrante. Se trata de Alba Lanzillotto, quien murió a los 94 años. En este sentido, las otras abuelas destacaron su “papel protagónico” en la organización de Derechos Humanos. En octubre de 2016, Alba se reencontró con su sobrino, Maximiliano Menna Lanzillotto, quien fue nombrado el “nieto recuperado 121”.

“Hoy es un día triste. A los 94 años, murió Alba Lanzillotto, histórica integrante de Abuelas de Plaza de Mayo”. Así comienza la sentida carta de despedida que la organización de Derechos Humanos le dedicó a una de sus emblemas. Sobre Alba, destacaron además su rol activo en la lucha contra los crímenes perpetuados durante la última dictadura militar. “Tuvo un papel protagónico en nuestra institución”, añade el texto.

La historia de Alba y la recuperación de su sobrino

Oriunda de La Rioja, Alba se formó como educadora en Letras y se casó con José Humberto Pereyra, también profesor y poeta. Descripta como “militante y solidaria”, se trató de la primera tía que forma parte de la comisión directiva de Abuelas. Durante el golpe de Estado (1976-1983), Lanzillotto fue detenida y sus dos hermanas mellizas –María Cristina y Ana María– desaparecidas, ambas pertenecientes al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Como Ana María estaba embarazada de ocho meses, tuvo a su hijo en cautiverio, por quien Alba luchó cuatro décadas hasta encontrarlo y devolverle su historia. Fue así que el 3 de octubre de 2016, el Banco Nacional de Datos Genéticos informó la identificación de Maximiliano Menna Lanzillotto, quien logró restituir su nombre y solicitó conocer a su tía. “¡Tanto espere este abrazo! ¡Qué lindo tenerte en casa!”, fueron por entonces las palabras de Alba, mientras se abrazaba con el “nieto 121”.

Sus compañeras de Abuelas recordaron que, durante la extensa búsqueda de Maximiliano, Alba se mantuvo comprometida y feliz por la aparición de los otros nietos y nietas. “Cuando se encuentra a un nieto es como si recuperásemos el propio eran sus palabras”, solía decir. Además de repasar su lucha, le dedicaron un sentido mensaje: “Te vamos a extrañar Alba. Queda el amor que sembraste con tu profunda vocación de maestra luchadora. ¡Hasta la victoria, siempre!”, concluye el comunicado.

A Alba también la recordaron como “creyente, admiradora del obispo Enrique Angelelli”. “Cuando se referían a los desaparecidos como subversivos, respondía: ‘Cristo era subversivo porque ser subversivo es querer que cambien las cosas que están mal. No es un pecado, es una virtud’”. La Abuela había participado de los grupos católicos que apoyaban al monseñor, a quien conoció en 1968, cuando era flamante Obispo de la Diócesis de La Rioja.

Funcionarios del Gobierno la recordaron

El Gobierno nacional lamentó este miércoles la muerte de Lanzillotto. El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, expresó en sus redes sociales: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de Alba Lanzillotto, histórica integrante de Abuelas de Plaza de Mayo. Nos queda su ejemplo de amor, memoria, verdad y justicia para construir una Argentina más justa”, remarcó.

También la recordó el secretario de Derechos Humanos nacional, Horacio Pietragalla Corti. De hecho, él es un apropiado y restituido por Abuelas, convirtiéndose en 2003 en el nieto número 75. “Con mucho dolor despido hoy a la querida abuela de Plaza de Mayo Alba Lanzilotto, una enorme militante a la que vamos a extrañar mucho”, comenzó el funcionario. Y concluyó: “Perseguida, detenida y exiliada en dictadura, buscó a sus hermanas desaparecidas y logró reencontrarse con su sobrino en 2016. ¡Hasta siempre querida Alba!”.