El exsecretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime pidió este domingo que lo excarcelen por un tema familiar. Absuelto en la causa por la Tragedia de Once, el exfuncionario kirchnerista está cumpliendo condena por administración fraudulenta. En este marco, salió al cruce de la Justicia por no autorizarlo a cumplir domiciliaria para cuidar a su madre, quien está atravesando un momento difícil de salud.
Jaime se refirió a su caso en su cuenta de la red social Twitter. A través de dos posteos, afirmó que se agravó en los últimos meses el estado de salud de su madre, a quien desea cuidar. “Lo que se propuso el TOF (Tribunal Oral Federal) al negarme la prisión domiciliaria lo están logrando, de estar 3 meses en un geriátrico, mi madre está internada en estado crítico”, despachó.
“No me hablen del Estado de Derecho”, aseveró el exfuncionario. Al respecto, agregó: “El agravamiento de mi madre en tan solo 2 meses es considerable. Por lo que espero que la justicia me permita cuidar de ella”, insistió Jaime, quien ocupó la Secretaría de Transporte hasta 2009, casi tres años antes de la Tragedia de Once.
Las causas de Jaime
El exfuncionario está acusado por enriquecimiento ilícito, la compra de “trenes chatarra” y otras causas de corrupción. Además, tiene una condena de ocho años de prisión por la Tragedia de Once. Aunque su responsabilidad en esta última fue excluida por decisión mayoritaria de la Cámara Federal de Casación, integrada por los jueces Ana María Figueroa, Ángela Ledesma y Guillermo Yacobucci, en abril último.
¿Por qué lo absolvieron de la Tragedia de Once?
El fallo determinó que Jaime no tuvo responsabilidad directa en el suceso de Once ya que -aduce- los trenes que circulaban en 2012 estaban en mal estado de conservación y mantenimiento. “La lectura integral y minuciosa de las constancias de este legajo y de las decisiones jurisdiccionales adoptadas en distintas instancias, deja en evidencia el ruinoso estado en que operaba el servicio ferroviario, en concreto las formaciones de la línea Sarmiento de trenes”, dice la resolución.
Asimismo, la Casación reconoció que “no se ha analizado si (Jaime) mantenía su posición de garante aún fuera de la función o si puede atribuírsele responsabilidad penal por un actuar omisivo a pesar de no revestir la posición garante al momento del hecho”. Ante ello, se determinó que “el hecho de que no ostentara el cargo funcionarial de Secretario de Transporte impide considerar que aún revestía calidad de garante del bien jurídico protegido, requisito típico para atribuirle el resultado lesivo”.
Jaime “no mantenía una posibilidad fáctica de realizar la conducta ordenada y evitar, de ese modo, la cristalización del riesgo en el modo o, como mínimo, con la magnitud y en la forma en que finalmente ocurrió”, resumió la sentencia. El tribunal le rebajó la pena de siete a seis años (cinco años por administración fraudulenta y pena unificada con una condena anterior) y lo absolvió por el delito de “estrago”, por el que también había sido juzgado.
