Pese a su fallecimiento el 24 de junio del año 2000, Rodrigo Bueno es una de las figuras más queridas en el mundo de la música y el cuarteto argentino. Lo cierto es que en un nuevo aniversario de su deceso, su hijo Ramiro dialogó con Juan Etchegoyen para un nuevo «Mitre Live» y reveló que recibió una señal del cantante fallecido.
«Yo te digo que papá está presente todo el tiempo y yo no lo puedo creer. Hace unos días que grabé mi nuevo videoclip y se me acercó un chico. Me dijo que quería escuchar mi arte, me preguntó dónde podía buscar mi material y me dijo que venía del barrio Rodrigo Bueno y yo le digo ‘¿qué?’ no hay chance de que justo se de la coincidencia; no puede ser, acá está mi viejo dije yo», comenzó explicando.
«Se presentó y se manifestó de esa forma, yo al pibe lo dejé que formara parte del video, esto fue hace dos semanas o sea hace nada, muy poco. También me pasó que estaba en un barcito y de la nada empieza a sonar un enganchado de cuarteto de mi viejo y estábamos grabando ahí, papá está en todos lados y siempre está presente», continuó Ramiro Bueno.
Dieron detalles de los últimos momentos con vida de Rodrigo Bueno: «Empezó a levantar velocidad»
“Cuando lo conocí consumía cocaína, consumía muchísimo y tenía plata para hacerlo y también tenía un entorno en el que consumían todos. En los momentos en el que él no estaba en ese consumo, era un pan de dios. Y después, se transformaba en una persona mala. Entraba en cuadro de violencia contra él mismo”, comenzó asegurando en “Seres Libres”.
Delante de cada uno de los televidentes, dio fuertísimos detalles. “Él estaba en un estado de consumo permanente: es muy difícil dejar la noche, las chicas y eso lo hacía alejarse de todos los problemas que tenía cuando estaba solo. Estaba hasta el cuello de problemas, de presiones y depresiones. No tenía la libertad, estaba sometido a un contrato en el que había vendido todo. Él se entregó de esa manera para poder mantener a todos. Eran dueños de él”, apuntó Patricia.
Fue en ese momento, cuando se refirió a lo que sucedió antes del accidente. “Esa vez él tomó y esa noche había sido re oscura. En el peaje, se empezó a poner loco, se paró a un costado, meó, se tomó una cerveza, se puso a hablar con gente, y cuando volvió a subir a la camioneta sacó lo que tenía en el bolsillo tomó, convidó. Cuando pasa el peaje, le pasa esta camioneta, que lo hace como vibrar y el salió como tiro. Empezó a levantar velocidad, y yo me hice bolita y lo agarré al nene. Fue una cosa impresionante”, aseveró.