Fue realmente muy fuerte lo que tuvo que atravesar Soledad Aquino hace un año, cuando debió someterse a un trasplante de hígado. Ahora, en medio de su recuperación, la madre de Micaela y Candelaria Tinelli, rompió el silencio y habló con «Intrusos«, el programa que conduce Florencia de la V a través de la pantalla de América TV.
«Me sentí vulnerable, con mucho dolor físico. Es difícil que tu órgano se adapte a una información nueva. Estoy bárbara, pero me pregunto… ¿Cómo pude pasar eso? ¿Cómo estoy viva con todo lo que pasé?», comenzó asegurando la mujer, que inmediatamente hizo referencia al apoyo que recibió por parte de sus hijas, que la acompañaron en todo momento.
«Las chicas han sufrido muchísimo. Estuvieron conmigo permanentemente, hablaban con los médicos y a Mica por ser la mayor le tocaba firmar lo que me iban a hacer. Fueron muy compañeras y divinas. Mi dormitorio parecía un santuario. Me habían llevado una virgen, estampitas y yo tenía piedras de cuarzo que es en lo que creo yo, la energía», señaló Soledad Aquino.
Sin rodeos, la exesposa de Marcelo Tinelli decidió continuar dando más detalles de lo que ocurrió. «Estaba entregada, tenía que pasar el momento. Me alimentaba bien, iba dos veces por semana al gimnasio, estaba bárbara, hasta que vino el medico y me dijo ‘llegó el órgano’. Temblaba, precisaba dos días para prepararme», sostuvo la rubia.
«Cuando me desperté era muy tarde, estaba muy dopada. Después vi a las chicas, a mis hermanas, a Marcelo, mis amigas. La verdad que volví a vivir. Decía ‘no voy a dejar a las chicas, quiero ser abuela, ni loca me voy a ir. “Mica me dice ‘ando con dos chihuahuas, imaginate con un bebé’. Y yo le digo que un hijo es una alegría, te va a cambiar la vida. A Mica la veo más cercana a ser mamá, Cande es más viajera todavía», sentenció.
