Un ex 'Wachiturro' visitó la pantalla de El Trece y reveló que se convirtió en pastor: "Sentía que algo me faltaba" ESPECTÁCULO El Intransigente

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Un ex ‘Wachiturro’ visitó la pantalla de El Trece y reveló que se convirtió en pastor: «Sentía que algo me faltaba»

El joven abrió su corazón en un dialogo que tuvo con El Pollo Álvarez para «Nosotros a la Mañana».

El Trece

Todas las mañanas el Pollo Álvarez la rompe en la pantalla de El Trece con «Nosotros a la Mañana», programa que se emite desde hace ocho años. Esta mañana todos en el estudio quedaron completamente sorprendidos con la visita de Lucas Daniel Caballero, ex integrante de la polémica banda de cumbia «Los Wachiturros», quien reveló que se convirtió en pastor.

«Conocimos la fama, tuvimos fama de verdad, conocimos muchos lugares, hicimos muchas cosas, pero no le empecé a encontrar sentido a la vida y a lo que hacía. Un día llegué a mi casa y, en pleno de toda la fama, estaba triste, tenía plata y todo lo que cualquier persona quisiera tener y sentía que algo me faltaba», comenzó explicando el joven.

«En los tres años del grupo experimenté cosas que en la vida algunas personas tendrán. Llegaba a mi casa después de todo, veía el techo y decía: esto es todo, esta es la vida. En medio de la fama, me arrodillé y me puse a llorar», continuó haciendo una pausa para intentar tranquilizar las lágrimas que estaban corriendo por su rostro.

«El mensaje fue claro e intenso. Dios me dijo: ‘O me servís a mí o servís a tu grupo’. Ni más ni menos, solo eso me dijo. Y bastaron esas palabras para sentir el pecado en mi vida, que todo lo que hacía estaba mal, que no era el camino correcto el que estaba tomando, que Dios me creó con otro propósito», sumó Lucas Daniel Caballero.

«Ya hace tiempo me venían hablando de Dios. Me pasaban cosas locas. Por ahí estaba en un boliche y uno me decía ‘Jesús tiene un propósito para vos’. Yo decía ‘este tipo está re loco’. También mi mamá me decía que tenía que ir a la Iglesia, pero no le daba bola. Y en un momento que estaba medio a la deriva vino una persona del barrio que me invitó. Yo había probado tantas cosas que dije ‘¿por qué no?'», concluyó.

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