Por R. Federico Mena-Martínez Castro
TUCUMÁN-. Los manuales escolares repiten hasta el delirio los acontecimientos ocurridos aquel lejano 9 de julio de 1816 que nos dieron la independencia de la monarquía española.
Han pasado años y años desde aquel acontecimiento que naturalmente debemos almacenar en la memoria, pero analizando los hechos comprobamos que desgraciadamente la ciudadanía no los comprende, ya que la cultura con que cuenta la juventud de hoy, la que debiera ser herramienta del futuro no comprende los textos que dificultosamente lee.
Pobre Argentina la del futuro, la del imaginado contrapeso del continente en manos de un pobrerío físico, alimentario e intelectual.
La situación es desesperante sin que siquiera pensemos en poner a trabajar las herramientas con que contamos, presenciando con asombro la aventura de creer en un gran país.
Grandes hombres nos precedieron soñando con una Argentina potente, para inopinadamente caer en manos de una caterva de inoperantes saqueadores del estado. Las pasiones y desvelos de hombres quizá de pensamientos distintos, pero encolumnados en solo una gran idea: una patria soberana a la vanguardia no sólo de las ideas y disfrutando de ser soberanos de dominaciones extranjeras y de pensamiento.
Este nueve de julio de 2022 nos encuentra abatidos en manos de una runfla de Fernández (Alberto, Cristina y Aníbal) que han llevado este país a la infeliz circunstancia que vivimos.
Debemos como un imperativo manifiesto volver a las aspiraciones de los próceres que dieron vida a esta nación, aún a costa de las suyas propias y de las turbulencias desveladas de la época.
Aquellos ensayos iniciales del lejano 9 de Julio de 1816 en vez de robustecerse día a día, entran en una degradación desesperante sin atisbos serios de recomposición porque aquellas experiencias no se transformaron en enseñanza, pues hoy pareciera que vivimos fuera de la ley, donde la primacía está en el poder y sus gobernantes parecieran haber abrevado en alguna tragedia griega. La traición de la cúpula se hizo evidente, donde ellos no son hombres de palabra sino de palabras interesadas y vacías de contenido.
Algunos hechos que precedieron al día 9 de julio
1° de julio, con la elección del nuevo presidente mensual Narciso de Laprida y el vice Mariano Boedo) con la presencia del Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón comenzaba la febril actividad de la asamblea. Se discutió un plan de labor de 17 puntos. Se incluía un manifiesto redactado por Paso, Declaración de la Independencia y forma de gobierno.
El sábado 6, el Congreso realizó una sesión secreta para escuchar al general Belgrano sobre la forma de gobierno y la opinión de Europa acerca de las Provincias Unidas.
El martes 9 de julio se realizó una sesión ordinaria y Juan José Paso con voz tonante dijo a los diputados:
“¿Queréis que las Provincias de la Unión sean una nación Libre e independiente de los reyes de España?”. Una larga contestación aprobatoria llegó hasta las puertas de la casa de los Laguna y por la noche se realizó un baile de larga recordación en Tucumán.
Así las cosas, que terminan hoy con una independencia acotada y un porvenir dudoso.
¿QUO VADIS ARGENTINA?