Conmoción y tragedia en el fútbol argentino: un jugador fue asesinado de un balazo en la cabeza DEPORTES El Intransigente

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Conmoción y tragedia en el fútbol argentino: un jugador fue asesinado de un balazo en la cabeza

Federico Potarski perdió la vida a sus 29 años tras un disparo en la cabeza.

Los hechos de inseguridad cada vez son más en Argentina y esta mañana la víctima fue un futbolista del ascenso. Federico Potarski, jugador de Berazategui, equipo de la Primera C de la AFA, murió de un disparo en la cabeza mientras trabajaba como conductor de Uber. A sus 29 años, el defensor intentó resistirse a un asalto y recibió un impacto fatal en el interior de la Villa San Petersburgo, La Matanza.

Las primeras informaciones policiales indican que Potarski se acercó el jueves a última hora a la Villa San Petersburgo para realizar un viaje. Pero allí fue emboscado por ladrones que ante su resistencia le dispararon directamente a la cabeza, asesinándolo así en el acto. El jugador de Berazategui fue trasladado más tarde al Hospital Paroissiens ya sin vida.

Como es sabido, a los jugadores del ascenso no les alcanza para vivir en Argentina, por lo que la mayoría de ellos tienen otro trabajo en paralelo. Así era el caso de Potarski, que entrenaba por la mañana en Berazategui y por la tarde noche manejaba un Fiat Uno Way como conductor de Uber hasta que unos delincuentes decidieron terminar con su vida.

Quién era Federico Potarski

Potarski tenía 29 años y era oriundo de Isidro Casanova. Allí mismo dio sus primeros pasos como futbolista en las Inferiores de Almirante Brown, donde no llegó a debutar oficialmente. Su presentación fue en Liniers en el 2016. Y en ese equipo tuvo el partido más importante de su carrera: ante San Lorenzo por la Copa Argentina en 2021.

Y tras lograr el ascenso a la C con Liniers, Potarski pasó en enero del 2022 a Berazategui, donde lamentan su pérdida. «Estamos muy golpeados. Nos levantamos temprano y nos enteramos de la noticia. Una tragedia lo que le sucedió a Federico. Tomamos la decisión de hoy no entrenar y mañana no jugar. Federico era un chico muy profesional, muy bueno. Tenía una juventud terrible, una fuerza, un empuje… es duro lo que pasó», indicó Franco Niell, compañero suyo en el club.

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