Muy fuerte. Así fue el descargo que dejó en las últimas horas una de las periodistas más destacadas, sinceras y reconocidas de los medios de comunicación de nuestro país, como es el caso de Cristina Pérez. Fue en su programa de Radio Rivadavia «Cristina Sin Vueltas», donde apuntó contra el gobierno nacional, luego de que una mujer llamada Mariana se viralizara por su relato sobre los planes sociales.
«La beneficiaria de planes sociales que se hizo viral desafió a uno de los tantos periodistas que la entrevistó diciéndole en la cara que a ella no le conviene trabajar. En su ecuación económica le viene mejor quedarse en su casa y que el estado le pague para no trabajar. ‘Si te ofrecen 80 mil y le das 20 mil a la niñera prefiero quedarme en mi casa por los 60 mil que me da el Estado en vez de trabajar’. Ese fue su frío razonamiento. La mujer, de 34 años, madre de tres hijos, sabe que pronto recibirá la baja del plan Potenciar Trabajo porque no trabaja y se jacta de aprovecharse de los planes como modo de vida», sostuvo.
«No sólo no considera un fracaso ni la afecta moralmente no ser quien gana lo que necesita para vivir, sino que dice a viva voz que el que trabaja, es un bolud*. Es un símbolo de la ruptura de la cultura del trabajo como fuente de dignidad y de realización humana. Ella se contenta con un ingreso que viene de arriba aunque eso no la saque de la pobreza, casi indigencia, en la que vive. Ve en la comodidad de quedarse al cuete en su casa un logro o un valor. Es el ejemplo de un modelo que no ofrece salidas a la pobreza sino que la convierte en un destino. Que inculca que estúpidos son los que se esfuerzan, y que se fundamenta en el resentimiento como motor político. Mientras produce más y más pobres que dependan del estado. Tan siniestro como real», afirmó.
Sin rodeos, Cristina Pérez fue por más. «Mariana no tiene esperanzas de progreso y no le importa no tenerlas ni tener opción. En términos muy objetivos, Mariana está convencida de que actúa por conveniencia. En un punto tiene razón cuando explica la diferencia entre lo que gana si trabaja y si no lo hace. No experimenta la vivencia de dignidad que da el trabajo o el esfuerzo. No le importa no tener otra opción, ni la incomoda depender del estado como única salida. El rol del Estado es importantísimo a la hora de generar estímulos para mejorar la vida de las personas. Mucho se ha hablado por ejemplo de la importancia de exigirle al que recibe un plan social que sus hijos estudien. Esto es un estímulo. La transitoriedad de los planes como puente hacia un trabajo también sería un estímulo», sostuvo.
«El problema es que, en el caso de los planes sociales, el Estado no sólo termina propiciando que se cobre por no trabajar, como si no trabajar fuera un valor que genera dinero, y en definitiva, escandalosamente lo es, sino que afecta al mercado laboral. Todos hemos escuchado decenas de casos de empleadores que no encuentran personas dispuestas a ocupar vacantes. Pasan meses o años sin candidatos, y peor, sin personas idóneas para ocupar esos puestos», reveló.
«El peronismo, que supo jactarse de ser el partido de los trabajadores, no tiene su peor crisis en el gobierno de Alberto Fernández, que es un desastre. La peor crisis del peronismo es haber devenido en el partido de los planes que empobreció a los trabajadores. Hoy trabajar no alcanza para dejar de ser pobre, y la mitad de los que trabajan está debajo de la línea de pobreza en Argentina. La culpa no es de Mariana sino de quienes le hacen creer que le dan de comer, sin que tenga que trabajar. Pero en el fondo, la condenan a que sólo siga siendo pobre y dependiendo del Estado», finalizó Cristina Pérez.