Este martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su previsión para el crecimiento de las economías de América Latina, a diferencia de sus pronósticos para el desempeño global, debido a una fortaleza mayor a la esperada de los grandes motores de la región, Brasil y México.
En una actualización parcial de su reporte Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo con sede en Washington indicó que ahora espera que las economías latinoamericanas en su conjunto crezcan un 3%, un aumento de 0,5 puntos porcentuales respecto de su estimación de abril.
Sin embargo, el panorama se complica el próximo año, debido a lo que se espera sea un fuerte desaceleración de Estados Unidos y China, y a los efectos de condiciones monetarias locales más duras para enfrentar la inflación. Para el 2023, el FMI recortó la perspectiva de crecimiento del PIB de la región 0,5 puntos porcentuales a un 2%.
«Si bien las revisiones son en su mayoría negativas para las economías avanzadas, la exposiciones divergentes a los acontecimientos que se están desarrollando implican una perspectiva más dispar para los mercados emergentes y las economías en desarrollo», explicó el FMI, replicó Reuters.
En el caso de Brasil, el organismo elevó su proyección en 0,9 puntos porcentuales y ahora estima una expansión del PIB de 1,7% para este año, si bien en 2023 el crecimiento de la mayor economía latinoamericana se ralentizará a un 1,1%. La estimación para México también aumentó, alentada una sólida actividad en los primeros meses del año.
El reporte proyectó un crecimiento económico de un 2,4% en 2022, un alza de 0,4 puntos porcentuales respecto de abril, pero un avance de un 1,2% en 2023, con una baja sustancial de 1,3 puntos porcentuales desde el último informe. La revisión al alza para la región también refleja datos macroeconómicos más robustos de Chile y Colombia, explicó el Fondo.