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POLÍTICA

¿La crisis económica es un problema de nombres o del kirchnerismo?: el análisis de los economistas

En el sector privado, algunos creen que el problema es estructural y otros piensan que es la falta de credibilidad.

kirchnerismo

La renuncia de Martín Guzmán obligó a plantear la discusión sobre si el problema económico es por los malos ministros o es una cuestión netamente ideológica (con el kirchnerismo a la cabeza) que termina contaminando la economía argentina con medidas populistas que a la larga generan inflación, deuda, menor crecimiento y más impuestos. Algunos economistas dieron su opinión al respecto.

«No es un problema de nombres es un problema de Gobierno. El problema no es Guzmán que nunca tuvo un plan económico. La imagen de Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa, Axel Kicillof, Máximo Kirchner, La Cámpora… todos tienen 60% o 70% de imagen negativa. La gente no les cree. Sin credibilidad no podés poner un ministro de Economía que sea exitoso. Detrás debe haber un respaldo político. El problema es el kirchnerismo», señaló Roberto Cachanosky en una entrevista para A24.

«Ellos quieren poner plata en el bolcillo a la gente y la única opción es emitir lo que va a generar más inflación, porque acceso al financiamiento internacional e interno no tenés y ya no queda margen para exprimir a la gente con más impuestos. Este Gobierno no tiene posibilidad de revertir la caída libre, porque no es creíble. Depende de la calidad de la persona que pongas si se te acelera la crisis o no», insistió Cachanosky.

José Luis Espert, diputado de Avanza Libertad y economista prestigioso con más de 30 años de experiencia dio una breve opinión al respecto dejando en claro que el problema es ideológico y no de nombres. «Lamentablemente es la octava vez en 60 años que la Argentina se encuentra con un plan económico que se derrumba. La efectividad ha fracasado un 100%», indicó Espert.

Otro de los economistas consultados fue Fausto Spotorno, quien dijo: «Debe haber cierto consenso con el nuevo ministro dentro del Gobierno, sino todo lo que ofrezca a los mercados no va a ser creíble. Debe tener poder político propio y que pueda nombrar a sus secretarios y que pueda conjugar ministerio de Economía y de Producción. El nuevo ministro debe ser aceptado por el mercado y la cuarta condición es que presente un programa económico».

«Los economistas sabemos que el déficit fiscal está emparentado con la inflación y si a Cristina se lo dice cualquier economista y ella no lo quiere creer es un problema de ella», aseguró Spotorno tratando de explicar que si el ministro dispone de un poder independiente va a poder sortear mejor los obstáculos económicos que quedan hasta las elecciones del 2023.