Después de una época algo distanciada de la televisión, María Fernanda Callejón volvió al centro de la escena por su separación y por el incidente de su hija en el ciclo de Mariano Iúdica. Luego de esos episodios, la actriz reapareció para hacer una nota completamente diferente en «Seres libres», el programa en el que Gastón Pauls habla de las adicciones.
Si bien Fernanda aclaró que nunca llegó a ser adicta, dijo que el tema la tocó muy de cerca: «Por suerte me pasaron las balas muy de costado, pero creo que debido a mi fortaleza o a algo que tiene que ver con mi organismo tal vez, nunca me sentí enganchada de nada. Tuve la bendición de que no viví un infierno, no viví el principio del final. Estuve rodeada muchas veces…«.
«Te apena y te entristece, te angustia, cuando no podés hacer nada por el otro. Podés hacer muchas cosas, pero depende de esa persona. Las adicciones en general, te anestesian, no podés discernir entre lo que el otro de está diciendo, porque es un universo muy macabro. Uno se siente impotente», recordó.
Posteriormente, aclaró: «Hablo de la época que me tocaba de cerca… cuando vos tenés acceso a la cocaína, demasiado acceso, te preguntás dónde está el límite. No hay escala social, el único punto es el ser. Yo hacía poco que estaba viviendo acá en Buenos Aires y estaba de novia con alguien que evidentemente consumía y mucho, yo nunca me había dado cuenta».
Al principio me parecía nada, después me pareció fabuloso, porque ahí está el punto, te hace sentir sensaciones que son muy lejanas a las que alguna vez pudiste sentir desde que naciste. A los demás veía que los transformaba. Que esa luz propia que tiene la persona empieza a opacarse. Es un mundo que a mí me excedió. Yo prefería estar feliz. Nunca me enganché, pero tuve que acompañar y cuesta», aseguró cerca del final.