Pepe Cibrián estuvo en el centro de la escena por su boda con Nahuel Lodi, con quien inició un romance intenso hace unos meses. A pesar de estar ocupado con los temas relacionados a su vida profesional, el dramaturgo se tomó unos instantes para recordar a su madre, Ana María Campoy, a 16 años de su fallecimiento.
Al pie de un video en la que su madre cuenta un poco de su historia, el productor de «Drácula» comentó: «16 años pasaron desde su partida y no hay día que no piense en ella, en su risa, en su voz, y está tan viva. Les comparto un poquito de sus risas, y quien sabe a las nuevas generaciones les genere inquietud saber quien era ella.».
«Así, tal vez, su recuerdo, siga intacto aunque pase el tiempo», pronunció conmovida. Por otro lado, Cibrián repasó los últimos eventos en la vida de su progenitora: «En los últimos años de su vida le encantaba estar rodeada de estudiantes. ‘No importan las edades’, afirmaba, porque la vejez puede empezar a los 22 años o se puede ser joven a los 90».
«De hecho, su médico le decía que ella estaba desfasada, que tenía cuerpo de 78 y cabeza de 30. «Cuando una se mira al espejo y dice ‘qué vieja estoy’, ya sonó. Es un pensamiento que tiene que ver con bajar la guardia. Y hay cosas que no se arreglan con la cirugía estética, sino con las ganas de vivir», añadió posteriormente.
A modo de conclusión lanzó: «No hay que odiar las arrugas y las canas, tienen el aval de toda una vida. Son como condecoraciones. Quien has sido en tu vida está escrito en tu cara de una u otra manera, cada cual tiene la cara que merece. No hay caras lindas o feas, hay personas lindas o feas».
