Este viernes, una ciudad ucraniana lejos de la línea del frente lloró por sus muertos y despejó sus calles, un día después de que un ataque de Rusia con misiles mató al menos a 23 personas y dejó decenas de heridos. Ucrania dijo que el ataque del jueves contra un edificio de oficinas en Vinnytsia, a unos 200 kilómetros al suroeste de Kiev, se llevó a cabo con misiles de crucero Kalibr lanzados desde un submarino ruso en el Mar Negro.
El ataque fue el último de una serie de ataques rusos en las últimas semanas utilizando misiles de largo alcance en edificios abarrotados en ciudades alejadas del frente, cada uno matando a decenas de personas. Los residentes colocaron osos de peluche y flores en un monumento improvisado cerca del lugar del ataque.
El presidente Volodimir Zelenskiy llamó a Rusia un estado terrorista, instó a más sanciones contra el Kremlin y dijo que el número de muertos en Vinnytsia podría aumentar. «Desafortunadamente, este no es el número final. La limpieza de escombros continúa. Se informa que decenas de personas están desaparecidas. Hay (personas) gravemente heridas entre los hospitalizados», expresó en un discurso en video.
Las autoridades de la ciudad sureña de Mykolaiv, más cerca del frente, informaron de nuevos ataques rusos este viernes por la mañana que hirieron al menos a otras dos personas. «Esta vez, atacaron Mykolaiv alrededor de las 7:50 am, sabiendo muy bien que ya había mucha gente en las calles en ese momento. ¡Terroristas reales!», expresó el alcalde de Mykolaiv, Oleksandr Senkevych, informó Reuters.
La guerra en Ucrania ha disparado los precios de los cereales, los aceites de cocina, el combustible y los fertilizantes, avivando una crisis alimentaria mundial. Estados Unidos tomó medidas para facilitar las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes, asegurando a los bancos, compañías de seguros y de envíos que dichas transacciones no infringirían las sanciones impuestas por Washington a Moscú.
