Sebastián Battaglia fue el director técnico de Boca durante casi un año y hace muy poco se dio su salida del club, tras la eliminación del equipo en la Copa Libertadores. Ahora que ya terminó su ciclo, Julio Marchant, uno de sus excompañeros en el Xeneize y gran amigo del «León», contó que estuvo muy cerca de formar parte del cuerpo técnico que finalmente tuvo a Juan Krupoviesa y Mariano Herrón: «Surgió la idea pero no se pudo».
«Entrenador no, pero siempre pensaba que podría ser ayudante de campo, ya que tuve buena afinidad con la mayoría de mis ex compañeros; me llevo bien con casi todos. Me gustaba esa idea de ser el nexo entre los jugadores y el entrenador, que tiene que mantener una distancia y ser el más serio del grupo», dijo Julio. Y ahí reveló: «Hace varios años hablé con Sebastián Battaglia para sumarme a su grupo de trabajo, ya que somos amigos más allá de que fuimos compañeros».
«Cuando armó su cuerpo técnico, surgió la idea de trabajar juntos, pero luego me vine para acá y no se pudo hacer. Igualmente, estoy muy contento con la función que me toca cumplir como relacionista público, involucrado en el fútbol de alguna manera», manifestó Marchant en una entrevista concedida a Infobae. Finalmente siguió desde afuera el trabajo de su amigo en Boca y lamentó su despedida.
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«No me llamó porque ya estaba consolidado en lo mío. Había llegado a Santiago y estaba trabajando en el estadio. Siendo Battaglia el entrenador de la Reserva de Boca, vino a dirigir acá, al Madre de Ciudades que no estaba terminado, y fui el anfitrión para darle una visita por el estadio», señaló. «En su momento, cuando iba a tener su primer paso como DT en Almagro me llamó para que me sumara a su grupo, pero se me complicaba por la distancia», agregó.
Sobre su salida, Marchat aseguró: «No deja de ser un amigo y me duelen estas situaciones. También, por todo lo que representa como exjugador y por los títulos obtenidos, porque quiero que le vaya bien». Y cerró: «Me hubiera gustado que esté un poco más de tiempo en Boca, porque sé cómo trabaja y de la manera que lo hace, ya que lo ayudó mucho conocer desde chico el paño xeneize. Aunque nos duela y nos moleste, las decisiones que se toman hay que aceptarlas».