El pedido de Milton Leyendeker por la sanción debido a su patada a Zeballos: "Necesito jugar, necesito laburar" BOCA JUNIORS El Intransigente

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El pedido de Milton Leyendeker por la sanción debido a su patada a Zeballos: «Necesito jugar, necesito laburar»

El jugador de Agropecuario pidió que el castigo por su brutal entrada no sea tan fuerte.

La dura infracción que recibió Zeballos

Hace algunos días, todo el fútbol argentino quedó conmovido por la brutal patada que recibió Exequiel Zeballos de parte de Milton Leyendeker. El defensor de Agropecuario cometió un error y su fuertísima entrada dejó lesionado de gravedad al delantero de Boca. Ahora se habla de una dura sanción para el futbolista y por eso él hizo un pedido desesperado: «Necesito jugar, necesito laburar».

El «Changuito» tuvo que ser operado y su rehabilitación durará entre cuatro y seis meses. Mientras tanto, ya se debate sobre una posible sanción ejemplar para que no vuelva a suceder una patada similar. Por eso Leyendeker rompió el silencio y dijo: «Soy un pibe humilde, no estoy sobrado. Tengo un contrato normal, no gano fortunas. Tengo el contrato de cualquier laburante que trabaja las ocho horas».

«Necesito jugar, necesito laburar. Nunca quise lastimar», se defendió el futbolista sobre la fuerte entrada al crack del conjunto azul y oro. «Entiendo que me tienen que sancionar porque fue un foul desmedido, solo pido que no me corten la carrera. Mi mamá hace comida en casa para vender. Y yo trato de ayudarla en lo que más puedo», sostuvo el jugador de Agropecuario. La sanción todavía no fue oficializada.

Más de Leyendeker

Leyendeker repasó la acción puntual y comentó que, en ese momento, no sintió que fuera para tanto. Pero sí lo admitió cuando vio la repetición. «Te soy sincero, nunca pensé que me iban a expulsar. Cuando hice el foul, ni pensé que lo había lastimado. Él pasó, me punteó justo la pelota. Cuando vi la jugada en el vestuario, más tranquilo, me di cuenta de que fue más fuerte que lo que sentí en cancha», sostuvo.

«Jamás iría a lastimar a alguien a propósito, los que me conocen también lo saben. Recibí muchísimas amenazas, puteadas, mi celular estaba que explotaba. Siento que me crucificaron antes de saber quién soy. El que me conoce sabe que soy honesto», se defendió Leyendeker. Mientras tanto, Zeballos atraviesa las primeras semanas de una larga recuperación: Boca busca un refuerzo para reemplazarlo.

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