Tras la defensa de casi dos horas de Cristina Kirchner, Jonatan Viale analizó su discurso, su lenguaje corporal y sus ánimos luego de que el fiscal Diego Luciani pidiese 12 años de prisión junto a la inhabilitación perpetua para ejercer cualquier cargo. Según él, ante la cantidad de pruebas que los funcionarios judiciales aportaron para acusarla, no solo «quedó absolutamente descolocada«, sino también «fuera de sí» ante la gran cantidad de papeles que utilizó para argumentar su inocencia.
«Se la vio muy nerviosa, era una Cristina realmente nerviosa«, acotó el periodista en su columna editorial de Radio Rivadavia. «La acusación que pone realmente nerviosa a Cristina es por robarse 5231 millones de pesos, que equivalen, de esa época, a 900 millones de dólares», señaló. Con ese dinero, acorde precisó, se podrían haber comprado 185 hospitales de última generación, 4600 escuelas, 46 millones de vacunas Pfizer, casi 6 millones de netbooks y más de 3 millones de jubilaciones mínimas.
De esta forma, al estar tan nerviosa Cristina Kirchner, hizo la maniobra del apriete al enfrentar a los jueces para «pudrirla». Según una fuente cercana de Viale, Oscar Parrilli llamó a varios dirigentes políticos, sindicales y sociales para «salir a copar la calle», en defensa de una posible condena que se haría efectiva en las próximas semanas, si los jueces toman el pedido de los fiscales.
El objetivo de CFK según Jonatan Viale
«El objetivo hoy de Cristina es pudrirla, generar un clima de máxima tensión social. ¿Qué gana? Gana que los jueces se apichonen. Esto que hace Cristina de llorar y mostrar tapas de diarios es para que los jueces se acobarden y no la condenen a 12 años de prisión», aseguró el columnista. Así, también hizo la comparación con Lula da Silva, expresidente de Brasil, quien también gritó luego de ser condenado por supuesta corrupción.
Por otra parte, la vicepresidenta se desligó totalmente de los hechos de corrupción y le tiró la pelota a Nicolás Caputo, José López, Mauricio Macri y a otros funcionarios que enumeró al exponer las conversaciones. «¿No se dio cuenta de que la empresa de Lázaro Báez empieza en 2003, cuando usted llega al poder, con $12000 de capital inicial, y termina en 2015 con $1700 millones? ¿No se dio cuenta de que José López, su secretario de Obras Públicas, se compró, con un sueldo de $20000 por mes en ese momento, una mansión en el Tigre que costaba USD 700.000?», fueron algunas de las preguntas que le hizo a la presidenta del Senado.
«Está desesperada»
Por lo tanto, Viale indicó que «estamos ante el momento de mayor claridad en la Argentina», en donde ella «está entregada y quiere llevar a todos por adelante, pero está acabada judicialmente». La sociedad, según él, «nunca abrió tanto los ojos», al constatar que el relato kirchnerista está cargado de contradicciones económicas y sociales.
«El discurso pseudoprogresista se cae a pedazos, como se está cayendo a pedazos Cristina. Y la única solución que encuentran es mandando a sus caniches», sentenció. De esta forma, el juego ya empezó, porque «están desesperados, está desesperada«, porque lo que pasó en estas dos últimas semanas «nunca hubo tantas pruebas de una megaestructura de corrupción».
