El fiscal en lo criminal Leonel Gómez Barbella pidió este jueves la detención del hombre que escrachó a Cristina Kirchner durante una protesta frente al Instituto Patria el 21 de julio pasado, y solicitó que se tome declaración indagatoria. El planteo se hizo al juez que lleva la causa, Manuel de Campos, y caratuló la causa como “amenaza coercitiva agravada«.
Gómez Barbella actúa como fiscal en el marco de una denuncia de oficio presentada por su colega Mónica Cuñarro y que quedó sorteada en el juzgado de De Campos, según sostuvo Télam. El fuero nacional en lo Criminal y Correccional de la ciudad de Buenos Aires intervino en lo ocurrido ante una denuncia que presentó la fiscal Cuñarro al día siguiente de los hechos. Por los mismos incidentes, el Instituto Patria radicó otra denuncia por «intimidación y amenazas» en los tribunales federales de Retiro.
Denuncia
En su denuncia, la fiscal sostuvo que en la tarde del 21 de julio, frente al Instituto Patria, en Rodríguez Peña 80 y «mientras un grupo de personas se encontraban manifestando en la calle», el ahora imputado «profirió a través de un megáfono reiteradas frases amenazantes, de gravedad y de tenor intimidatorio a Cristina Fernández de Kirchner con el claro propósito de que abandone sus funciones como Vicepresidenta».
Asimismo, indicó que las fuerzas de seguridad no intervinieron ante el ataque contra Cristina Kirchner. «Dichos acontecimientos, a mi juicio, constituyen los delitos de amenazas coactivas, que concurren idealmente entre sí y a su vez con el delito de intimidación pública», sostuvo la fiscal denunciante. El acusado, pese a la presencia de agentes de seguridad, continuó haciendo uso del megáfono contra la institución.
Acusaciones del Instituto Patria
El viernes a la tarde, un día después del hecho, el abogado del organismo, Fernando Castiglioni le pidió al ministro de Justicia y Seguridad de CABA, Marcelo D’Alessandro, que de las «explicaciones pertinentes por cuanto testigos que se encontraban en el lugar han manifestado en forma contundente que no se presentaron en el lugar efectivos policiales para evitar las agresiones, que duraron cerca de dos horas».
Los autoconvocados que cargaron contra Cristina Kirchner pedían «la horca» a Cristina Kirchner. Sobre ello los efectivos policiales no los detuvieron ni pidieron explicaciones y desde el organismo sospechan una complicidad o un conocimiento con anterioridad con el personal policial. Incluso, uno de los agentes fue captado haciendo un saludo de puño con el hombre que realizó las amenazas.
