Cada sábado, Andy Kusnetzoff llega a la pantalla de Telefe con un nuevo grupo de invitados, para llevar adelante una nueva emisión de ‘PH Podemos Hablar‘. Entre las figuras que se acercaron a compartir el punto de encuentro, se encontraba Barby Franco. Frente a las cámaras, la pareja de Fernando Burlando decidió contar cómo vivió el proceso de quedar embarazada.
Durante la emisión del sábado de ‘PH Podemos Hablar’, Andy Kusnetzoff conversó con los invitados sobre diferentes temas. Al final, les consultó en qué proyectos están cada uno, y cuando fue el turno de Barby Franco, mostró su panza y confesó: «Yo estoy en mi mejor proyecto». Entonces, el conductor le preguntó cuándo va a nacer, y la figura contó que «el 29 de diciembre tengo fecha de parto, entre navidad y año nuevo».
Rápidamente, el conductor expresó: «¡No! Que no sea ni 1 de enero ni 25 de diciembre que pobres…». A lo que Barby comentó: «Ay no, pobres, pero va a ser cuando tenga que ser. Estamos súper felices, así que estoy en mi mejor proyecto». Entonces, Andy quiso indagar en lo que vivieron con Fernando Burlando y le preguntó si lo buscaron mucho. Sin dudarlo, Barby Franco afirmó: «Si, como 5 años, de forma natural antes no se había dado… y procedimos a la ayuda de la medicina».
«Tuvimos dos intentos que fueron fallidos, la primera me tocó pero la segunda me mató. Yo pensé que iba a caer en una depresión, estuve dos semanas llorando. Después, relajé, ¿Viste cuando decís ‘te liberas’? A nivel corporal estaba muy cansada, porque son inyecciones todo el tiempo, una invasión al cuerpo increíble. Y mentalmente ni hablar. Pero, cuando relajé la cabeza y el cuerpo, naturalmente Dios dijo ‘es ahora'», compartió emocionada Barby Franco.
Entonces, contó que «tenía un atraso de 4 días, y como venía ya muy manipulada con el tema de los ciclos, dije ‘debe ser normal’. La médica me dice que me haga un test para sacarme la duda, porque realmente no es normal. Fui, me lo hice y da positivo. Fue muy shockeante. Esperé dos horas más, me hice otro y decía ‘positivo de 1 a 2 semanas’, y dije ‘no puede ser’. Fue una mezcla de felicidad, también con miedos de volver a pasar por la misma situación. Una mezcla de sensaciones divinas, pero acá estamos».