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Vladimir Putin asegura que «nadie puede ganar una guerra nuclear»

Sus palabras en el foro del TNP parecían destinadas a presentar a Rusia como una potencia nuclear responsable.

Vladimir Putin

Este lunes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, manifestó que no puede haber ganadores en una guerra nuclear y que tal guerra nunca debería comenzar. Putin hizo el comentario en una carta a los participantes de una conferencia sobre el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), más de cinco meses después de su guerra contra Ucrania.

«Partimos del hecho de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear y que ésta nunca debe desencadenarse, y defendemos una seguridad igual e indivisible para todos los miembros de la comunidad mundial», expresó. Sus palabras en el foro del TNP parecían destinadas a dar una nota de tranquilidad y a presentar a Rusia como una potencia nuclear responsable.

No obstante, contrastan con declaraciones anteriores de Putin y otros políticos rusos que se han interpretado en Occidente como amenazas nucleares implícitas. En un discurso pronunciado al lanzar la invasión a Ucrania, Putin se refirió de forma directa al arsenal nuclear de Rusia y advirtió a las potencias extranjeras que cualquier intento de injerencia «los llevaría a consecuencias como nunca han encontrado en su historia».

Días después, ordenó que las fuerzas nucleares rusas se pusieran en alerta máxima. La guerra ha elevado la tensión geopolíticas a niveles que no se veían desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, con políticos tanto de Rusia como de Estados Unidos hablando públicamente del riesgo de una Tercera Guerra Mundial, informó Reuters.

El director de la CIA, William Burns, dijo en abril que, dados los reveses sufridos por Rusia en Ucrania, «ninguno de nosotros puede tomar a la ligera la amenaza que supone un posible recurso a las armas nucleares tácticas o de bajo rendimiento». Rusia, cuya doctrina militar permite el uso de armas nucleares en caso de una amenaza existencial para el Estado ruso, ha acusado a Occidente de librar una «guerra por delegación» contra ella al armar a Ucrania e imponer sanciones a Moscú.