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POLÍTICA

Alberto Fernández insistió a la oposición a sentarse a dialogar con el oficialismo

Alberto Fernández volvió a hablar del intento de magnicidio. La oposición todavía sigue reticente en entablar conversaciones.

Alberto Fernández

El presidente Alberto Fernández insistió a la oposición a sentarse a dialogar con el oficialismo tras el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, y llamó a la reflexión de los sectores políticos. Lo hizo de forma disipada, sin nombrar a ninguna fuerza, pero enfatizando en la necesidad de acerca posiciones con quienes «no piensan lo mismo». En tanto, desde el bloque de Juntos por el Cambio se muestran reticentes a conversar, debido a las acusaciones que el oficialismo ha hecho sobre su responsabilidad en el ataque.

El mensaje lo dio desde la fábrica Ford de Pacheco, en la provincia de Buenos Aires, según informó NA. Junto al ministro de Economía, Sergio Massa, y el secretario general del SMATA, Ricardo Pignanelli, anunció la promulgación de la Ley de Promoción de la Industria Automotriz. El acto se realizó en la localidad bonaerense de General Pacheco, en la fábrica Ford.

El presidente inició su discurso con la felicitación a la compañía autopartista que cuenta con un tercio de mujeres trabajadoras en planta. Además, manifestó la centralidad de potenciar la industria para la generación de empleo y el ingreso de divisas. Sin embargo, atendiendo al discurso que ofreció la vicepresidenta en su primera actividad pública tras el atentado, lanzó un mensaje de unidad.

«Animarse» a dialogar

«Vivimos un cimbronazo como sociedad con lo que pasó a Cristina, y eso debe hacernos reflexionar sobre la necesidad de trabajar juntos. Le costó demasiado a la democracia para que a esta altura de los acontecimientos no seamos capaces de hablar los que no pensamos lo mismo», afirmó el mandatario. Además, lanzó: «Cuando nosotros deponemos intereses mezquinos y nos obligamos a trabajar juntos en favor de la sociedad, nos puede ir muy bien«. 

«Un diálogo se genera con todos, no con los que pensamos lo mismo. Porque si excluyo a alguien estoy imponiendo un monólogo». Al tiempo, propuso «animarse» a dialogar, y se plegó al pedido de diálogo que encabeza el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro. No obstante, salvo el radicalismo, desde Juntos por el Cambio desestiman la convocatoria, y aseguran que no existió tal llamado al intercambio. 

¿Un Frente de Todos más suavizado?

A pesar de eso, Alberto Fernández, en línea con lo expresado por la vicepresidenta tras su reaparición pública, insistió con la idea. «Lo que hace falta es hacer lo que hicieron los diputados y los senadores, animarse a dialogar, animarse a encontrar consensos. Incluso hizo un paralelismo entre la unidad y la ley que anunció en el partido de Tigre.

«La ley que estamos promulgando hoy es el resultado del consenso de todos, porque cuando fue proyecto de ley no lo fue del Poder Ejecutivo. Fue un proyecto de ley que consensuamos con los empresarios y donde los trabajadores de la UOM y de SMATA tuvieron mucho que ver. Cuando llegó esta ley al Congreso, era el consenso de los empresarios, de trabajadores y del Estado», indicó. De esta forma, ofreció un discurso mucho más suavizado que otros, sobre todo al hablar del sector empresarial. En varias oportunidades, el mandatario nacional señaló a los empresarios por diversas razones, ya sea por concentrar el capital económico o por especular con los precios.

¿La oposición puede llegar a aceptar la propuesta de Alberto Fernández?

La oposición, conformada mayoritariamente por Juntos por el Cambio, se ha mantenido al margen del diálogo. A pesar de condenar el intento de magnicidio, ha sido muy crítico de las acciones posteriores, entre ellas, la misa en la Basílica de Luján y el debate por la resolución para rechazar el ataque. Asimismo, sus dirigentes han quedado sentidos luego de que el oficialismo, incluido el presidente, los culpara de alentar en varios aspectos los discursos de odio. Por eso, si bien pueden haber ciertos consensos, no son cercanas las posibilidades de sentarse a coordinar planes de acción, salvo en individuos muy específicos. Un caso especial fue la reunión de Cristina Kirchner con Carlos Melconian, dos funcionarios opuestos en ideas políticas.

«Me alegro que la vicepresidenta se dé cuenta de que hay un clima de tensión social muy grave. Imagínense que después del tremendo atentado que sufrió lo primero que hicieron fue echarle la culpa a la oposición y a los medios», indicó Mario Negri, jefe del interbloque, luego de la aparición pública de CFK. También recordó que «en vez de convocar a la serenidad, convocaron a una marcha del Frente de Todos, en la que nos llenaron de la responsabilidad del odio».

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Cuando Fernández decretó el feriado nacional horas después del atentado, también causaron polémicas sus dichos sobre «el odio en el discurso político». Miguel Ángel Pichetto salió al cruce en ese momento: “El presidente no entiende nada. La oposición repudió el hecho y se solidarizó con la vicepresidente. El presidente, por su parte, le echa la culpa a la oposición, a la justicia y a los medios. Luego decreta un feriado nacional. ¿Para qué? Todo patético».

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