Ha sabido consolidarse, sin lugar a dudas, como una de las periodistas más importantes de nuestro país. Tanto en Telefe como en Radio Rivadavia, se ha ganado el cariño del público. Esta vez, Cristina Pérez volvió a mostrarse más directa que nunca al momento de hablar del gobierno nacional y de todo lo que se está viviendo en torno a la crisis económica.
«Si uno analiza las encuestas, pero también la desconexión política respecto de la realidad más palpable de la gente, hay dos películas. La película de la crisis económica y su impacto personal en la vida del ciudadano común, y la película de la crisis política, aunque estén ligadas una con otra, aparecen por momentos en pantallas separadas. Por varios motivos. Es imposible que la gente no viva su propia película en primerísimo plano: la de sus padecimientos personales, su desazón sobre el futuro y su inquietud por el presente que se deteriora«, comenzó disparando.
Delante de sus oyentes, Cristina Pérez fue por más. «¿Cómo hago para que me alcance la plata? ¿Cómo sobrevivo sin caerme, cómo vuelvo a mi casa a salvo sin que me asalten? Es curioso, pero esta película debería estar inmediatamente conectada con la película política porque debería ser la razón de ser de esa película, sin embargo cuando uno mira la película del poder, la cosa se complica», arremetió.
Contundente
«Por momentos ve una película desconectada de la otra de manera peligrosa. Un gobierno ensimismado continúa el rodaje de una película selfie donde sólo se miran a sí mismos. El ombliguismo, con culto a la personalidad incluida, peleas internas descarnadas, y mala praxis en la gestión, no sólo empeora la otra película, sino que parece ignorarla o peor, negarla», aseveró.
Tajante, la comunicadora continuó con su descargo. «Pero se plantea una tercera película que el gobierno busca que no se proyecte ni se mire, mientras intenta concentrar la atención, y es la película del ajuste. Es difícil encontrar voces oficiales que se congratulen con algún avance de Sergio Massa, o con la frágil estabilidad económica de estos días. Como si el ministro de Economía fuera ese familiar no aceptado con el que no se quiere tener pertenencia», arremetió.
Finalmente, se refirió a la postura de la oposición. «Y volviendo al centro del escenario opositor, ¿lograrán encauzar en paz la interna ya descarnada entre Horacio Rodriguez Larreta y Patricia Bullrich? Ambos juran y perjuran que no se bajan aunque Macri decida jugar en las elecciones presidenciales. ¿Macri va a jugar? ¿Son tanto ellos como los radicales conscientes de que la gente los observa para descular si son capaces de tomar la posta en una Argentina que naufraga buscando llegar al menos a la costa?», se preguntó.