Unos 250.000 personas acudieron a la capilla ardiente de la reina Isabel IIen el Westminster Hall de Londres, informó este martes la ministra de Cultura británica, Michelle Donelan. «La cifra está aproximadamente alrededor de 250.000. Estamos calculando las cifras finales», explicó. «Las cifras completas se darán a conocer a su debido tiempo», agregó.
Los ciudadanos dieron sus últimos respetos a la reina en Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento, tras haber esperado durante muchas horas en una larga cola que serpenteaba por el centro de Londres. Personas de todas las edades y condiciones sociales asistieron al velatorio de la difunta monarca, fallecida en Escocia el 8 de septiembre a los 96 años de edad.
El último velatorio de este tipo celebrado en Reino Unido fue el del primer ministro de la época de la guerra, Winston Churchill, fallecido en 1965. Fueron unas 321.360 personas las que pasaron por delante de su ataúd en la capilla ardiente en Westminster Hall, según una nota de la Cámara de los Comunes.
Fieles a la reina Isabel II hasta el final
El poni negro de la reina, Emma, vio pasar el cortejo fúnebre de la monarca desde los terrenos del castillo de Windsor. Los dos corgis de la reina Isabel II, Sandy y Muick, también fueron sacados para la llegada del féretro al castillo, donde Isabel II iba a ser enterrada, tras un gran funeral de Estado, informó Reuters.
Sujetos con correas por el personal de palacio, los perros esperaron pacientemente en la explanada del castillo. La reina, que tuvo este mes a los 96 años de edad después de 70 años en el trono, gustó siempre de los corgis y de los caballos, y disfrutó de la equitación. Su segundo hijo, el príncipe Andrés, se hará cargo de los perros.
