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POLÍTICA

El Gobierno nacional insiste en convocar opositores para resolver la tensión política

El Gobierno nacional insiste en poner en debate «los discursos del odio» y llegar a un entendimiento con la oposición.

Alberto Fernández

El Gobierno nacional insiste en poner en debate «los discursos del odio» y llegar a un entendimiento con la oposición. En el Poder Ejecutivo se mostraron preocupados por el nivel de violencia que hay en el país. El intento de asesinato a Cristina Kirchner marcó un antes y un después en la coalición gobernante. Para bajar los decibeles, el Gobierno busca consensos opositores.

Es por eso que Wado de Pedro pidió que se baje el tono las disidencias y para llegar a un acuerdo aseguró que necesita de todas las fuerzas políticas. «Debemos recuperar la racionalidad, bajar un cambio y ponernos hablar sobre qué tipo de convivencia democrática queremos en nuestro país«, declaró el funcionario alineado al kirchnerismo.

«No vengo a señalar con el dedo a nadie. Vengo a proponer con humildad un debate necesario para reencauzar la convivencia democrática», sumó a su visión dialoguista. El ataque a Cristina Kirchner, para el ministro, «marcó un punto de inflexión». También puso a su partido como víctima de la violencia a lo largo del tiempo: «No podemos permitir que el peronismo siga poniendo las victimas en la historia de argentina», reclamó según NA.

El ministro del Interior sumó a referentes internacionales como ejemplos para graficar con precisión los niveles de violencia que hay en la sociedad: «El mundo está atento a estos debates. En los últimos tres meses el Papa Francisco, el Secretario de la ONU y Biden plantearon la necesidad de frenar el avance de la violencia y la intolerancia«, finalizò.

Cuanta NA que confirmaron contactos informales desde Casa Rosada a dirigentes opositores. En el Gobierno quieren lograr una convocatoria que, al momento, parece autenticamente una proeza. En Juntos por el Cambio se sintieron atacados por el Presidente y mucho de sus dirigentes quieren escuchar disculpas públicas para luego iniciar conversaciones.