Todas las semanas, en ‘PH Podemos Hablar‘, el ciclo de Andy Kusnetzoff en Telefe, se reúnen diferentes figuras del espectáculo, para compartir sus historias de vida. En esta oportunidad, una de las invitadas fue la reconocida bailarina y vedette Adabel Guerrero, que se animó a compartir detalles de la relación que tiene con su familia.
Durante la emisión del sábado de ‘PH Podemos Hablar’, Andy Kusnetzoff propuso diferentes consignas para que los invitados compartan historias. Una de ellas fue que pasen al punto de encuentro ‘los que sienten que tuvieron una infancia diferente’. Entonces, Adabel Guerrero decidió compartir su historia de vida: «Mi infancia es diferente al común denominador, pero lamentablemente debe ser igual a muchas. De chiquitos, con mi hermano, sufrimos mucho la enfermedad de mi mamá, que era alcohólica».
Por lo que decidió compartir un «recuerdo muy feo que tengo es de haberla ido a ver a un neuropsiquiátrico donde la tenían atada. Y yo me preguntaba por qué mi mamá estaba ahí. Horrible y fuertísimo». Sin dudarlo, afirmó que «no solamente era lo que teníamos que pasar por mi mamá, mis papás estaban separados. Mi papá en Estados Unidos, nunca nos ayudó en todo este tema».
Entonces, expresó: «Imaginate, yo estaba cansada, era adolescente, bailaba todo el día, yo creo que la danza me salvó la vida, y luego de fallecer mi mamá, la psicología, porque fue el apoyo que nunca tuve de mi familia. La escuela de danza era como llegar a mi hogar, contención, me encontraban llorando en el baño porque es inaguantable ver al ser que más amás, que es tu mamá, tirada en el piso. Son escenas realmente horrorosas».
Rápidamente, Andy Kusnetzoff le consultó: «¿No te pasa que te mirás con admiración a vos misma? Sos una sobreviviente». Entre lágrimas, Adabel Guerrero compartió: «Si, veces hago el ejercicio de mirarme al espejo y sentir orgullo. Sobre todo, cuando me lo dicen de afuera. Porque, por momentos me siento tan cansada, la vengo remando desde los 5 años, quería rescatar a toda mi familia, a mi viejo lo fui a buscar. Ahora estoy enojada, no le hablo porque no es capaz de venir a ver a su nieta una vez cada 15 días. Es como que estoy muy cansada».
«Estoy enojada, me escribió un par de veces y no le contesto, porque quiero esperar bajar y mandarle el mensaje que le quiero dar. ‘Mirá, si realmente no vas a venir a ver a tu nieta seguido, que ella te conozca, te ame… Le prometiste que la ibas a llevar a pescar y volaste por dos millones de excusas’. Estoy cansada de las excusas, quiero gente al lado mío que esté por amor, que se la juegue. Sobre todo, presencia, que es lo que me faltó toda la vida y no quiero que le falte a mi hija», concluyó expresando la figura.