A lo largo de los años, Georgina Barbarossa y Pepe Cibrián entablaron una amistad. Sin embargo, desde que el productor se casó, semanas atrás, la relación entre ellos se rompió y no lograron arreglarse. Sin embargo, frente a lo que está sucediendo con las denuncias contra Pepe, la figura decidió opinar en una nota para ‘A la Tarde‘, en América TV.
Días atrás, se conoció la noticia de que el exvestuarista Raphael Dufort Álvarez denunció que que el productor teatral y sus conocidos se sobrepasaron con él en el 2001. A 20 años del presunto delito, el hombre ratificó su denuncia y contó en ‘A la Tarde’, por América TV, detalles de lo que tuvo que vivir. «Esta situación de abus… que tuve fue grupal. Yo fui a su casa en Av. del Libertador para tener una reunión de trabajo y él quería tener intimidad conmigo», había compartido Dufort Álvarez.
Frente a esto, fueron a buscar a Georgina Barbarossa, que conoce bien a Pepito Cibrián. En primer lugar, la figura contó que, tras lo que sucedió entre ellos, «no nos hablamos nunca más». Entonces, el notero le preguntó si cree en las denuncias de abus…, y Georgina expresó: «Ay no chicos, no tengo ni idea de lo que me están hablando. Imaginate que he dormido en la casa de Pepe 28 millones de veces. No sé nada, una locura, me parece una pesadilla».
Tras escuchar la palabra de la figura, Karina Mazzocco afirmó: «‘Una pesadilla’ es una muy buena definición de esta situación». Entonces, Débora D’Amato interrumpió para comentar: «Saquemos a Pepe Cibrián… por lo general, las personas que abus… o que cometen algún tipo de delito, no van con un cartel. Inclusive, son gente muy amorosa y amable. En muchos casos tiene que ver con un parentesco de sangre. Digo, lo que a mí no me pasó no significa que no le pueda pasar al otro».
Es por esto que luego, la panelista expresó: «A veces, preguntarle a los amigos es complejo, porque los amigos te quieren, desconocen, no saben… No siempre, porque a veces saben, acompañan y son cómplices. No digo que la pregunta haya sido canalla, pero involucrar a los amigos, cuando el delito es de otra persona, es duro».
