El pasado primero de septiembre la Argentina vivió uno de los momentos más escalofriantes desde la vuelta a la democracia. La vicepresidente de la Nación, Cristina Kirchner, fue atacada por un sujeto armado en la puerta de su departamento en Recoleta. Le gatilló una vez pero el arma, a pesar de que estaba cargada con cinco balas, no arrojó proyectiles y pudieron reducir a Fernando Andrés Sabag Montiel.
El hombre de 35 años cuenta con tatuajes relacionados al nazismo y eso desató una hipótesis del origen de esta agresión aunque su novia lo negó. «Los tatuajes son tatuajes y que sean nazis no quiere decir que nosotros seamos nazis», indicó Ambas. En este mismo sentido, le preguntaron cómo se enteró del suceso y que piensa al ver a su pareja en esos videos.
«Me enteré en la TV y fue un momento de miedo, no pensé que iba a hacer algo así. Me asombró cuando lo vi«, reconoció la joven en Telefe. Sumado a ello, remarcó que «no son un grupo terrorista» y que se trata de un ataque del cual desconoce su origen ya que nunca «vio las balas» ni el arma que tenía Sabag en su poder antes de cometer el ataque a Cristina Kirchner.
Por último, indicó que el agresor «tenía amigos» pero que ninguno «llamó su atención» como para prevenir este suceso a pesar de que tenían «un grupo de Whatsapp en el que nos comunicábamos con el por trabajo», donde tampoco dio indicios de un eventual ataque contra la líder del Frente de Todos. «No pensé que iba a hacer algo así», reiteró su novia antes de cerrar.
El amigo del agresor
En unas declaraciones totalmente opuestas a las de Ambar, un amigo de Sabag aseguró que por su forma de ser era posible que tenga armas. Además, señaló por la misma señal televisiva que no extrañaría verlo en otro suceso similar ya que durante su juventud siempre le interesaron esos temas y hasta se tatuó signos nazis en su piel.