Luego del intento de magnicidio que sufrió Cristina Kirchner, el Frente de Todos (FdT) responsabilizó a los dirigentes de la oposición por generar prédicas con tintes violentos y agresivos. Por esta razón, desde el oficialismo se escucharon diversas voces dispuestas a avanzar con una regulación en el ámbito legislativo contra los «discursos del odio».
En consecuencia, el Gobierno entró en una espiral de inconsistencias y contradicciones por las expresiones a favor y en contra de promulgar una ley del odio. Gabriela Cerruti fue la encargada de desmentir que el oficialismo tenga intenciones de discutir el tema. «No hay ningún proyecto que se esté analizando en ese sentido. No estamos trabajando en una ley sobre el discurso de odio. No está en agenda ni se estudia una ley denominada mordaza ni nada por el estilo», enfatizó la funcionaria.
Sin embargo, el senador nacional del FdT por la provincia de Formosa, José Mayans, contradijo a la vocera presidencial y confirmó que Alberto Fernández tiene previsto avanzar con iniciativas para tratar los discursos contra el odio. «Hoy hablamos de eso con el Presidente, y me dijo que en un Estado de Derecho la democracia cuida el honor de las personas y evita que las personas neonazis inciten a la violencia extrema. Esa es la parte que teníamos que resolver», indicó el legislador en declaraciones radiales.
Aunque Mayans reiteró que no se trata de una limitación de libertades, como describió la oposición. «El Presidente me dijo que iba a trabajar en una consulta y que de ninguna manera quiere coartar la libertad de prensa ni una Ley Mordaza, pero está trabajando y vamos a trabajar el tema para ver si podemos tener una democracia que cuide a las personas y estos grupos que son violentos que rindan cuentan a la sociedad», aclaró.
Otro de los dirigentes oficialistas que contradijo a Cerruti fue Eduardo Valdés. El diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires afirmó que trabaja junto a su equipo en un proyecto de ley para terminar con «los discursos de odio». «Todos tendrían que capacitarse contra el odio que quieren ir poniendo desde los tiempos mediáticos y los tiempos judiciales«, manifestó el legislador kirchnerista.
Por su parte, el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Leopoldo Moreau, contribuyó aún más al desconcierto oficialista. El político señaló que no tiene conocimiento de que se esté trabajando en una ley específica y argumentó que no es necesaria una legislación porque «hay adhesión de Argentina a pactos internacionales que hacen referencia a la prédica del odio».
Mientras tanto, Sergio Massa habría solicitado a sus compañeros de espacio no avanzar en una ley del odio. Según Miguel Ponce, director del Centro de Estudios Siglo XXI, el ministro de Economía «llamó al Gobierno para pedir que bajen la propuesta». «Hay que descartar una ley de esta naturaleza en el país. Una de las primeras preguntas que le hicieron a Sergio Massa en Estados Unidos fue sobre este tema. Massa llamó al Gobierno para pedir que bajen la propuesta», aseguró Ponce al ser entrevistado por el noticiero de Net TV.