Ayer en el estadio Monumental Leonardo Ponzio tuvo su última función. Rodeado de amigos, ex compañeros y actuales futbolistas de River, el jugador más ganador de la historia del Millonario se despidió en una noche emotiva. El León no solamente es querido en Núñez, sino también elogiado en la vereda de enfrente, a punto tal que Mauricio Macri le dedicó una publicación y confesó que lo quiso llevar a Boca en su momento.
«Quiero saludar a Ponzio, gran jugador. Como presidente de Boca lo quise traer antes de que se vaya a Europa, no me equivoqué. Además de profesional y ganador, una gran persona. Felicitaciones por la carrera y felicitaciones a River«, escribió en su cuenta de Twitter el ex presidente de la Nación que todavía se lamenta no haber podido avanzar en las negociaciones en 2002 para llevarlo al Xeneize.
El día que Macri quiso a Ponzio en Boca
«El día que venda a Riquelme compro a Leonardo Ponzio», había asegurado el entonces presidente de Boca en el 2002. Y luego de la transferencia de Román al Barcelona en ese mismo mercado de pases, Macri comenzó las charlas con los dirigentes de Newell´s por un joven mediocampista de 20 años que ya se destacaba en el conjunto rosarino.
Entusiasmado con el interés, Ponzio había expresado públicamente: «Ojalá se dé». Y esa frase marcó un antes y un después porque los hinchas de Newell´s comenzaron a silbar al futbolista, lo que provocó que el presidente Eduardo López decidiera finalizar las charlas abruptamente con Boca y apostar por una transferencia al fútbol europeo.
Y el resto es historia. Tras un paso por el Zaragoza, Ponzio arribó a River en enero del 2007 y estuvo hasta fines del 2008 para volver al conjunto español. Sin embargo, la estadía en España le duró apenas tres años más porque en 2012 el León retornó al club de Núñez para afrontar la B Nacional y luego convertirse en uno de los máximos referentes en la era más dorada de la historia del club. Con 17 títulos en su espalda, Leo ayer se despidió de la gente del Millonario como un ídolo más.