Tras finalizar con las grabaciones de «La ruleta de tus sueños», Pamela David volvió a concentrarse en su actividad en las redes sociales y los negocios afuera de la televisión. Sin embargo, la famosa estuvo visitando varios programas de televisión, como fue el caso de «Mañanísima», ciclo en el que recordó sus comienzos con Daniel Vila.
«¿Cómo es tener un marido del mundo de la televisión? Cuándo vos trabajás, ¿te aconseja, te reta, te corrige, es exigente? ¿Cómo es?», quiso saber Estefi Berardi. Con sinceridad, David replicó: «Es de todo eso pero no tiene nada que ver que trabaje en la televisión” Él me consulta mucho a mí, él me escucha mucho a mí. Después, hace lo que quiere, pero me escucha”.
Y aseguró: “Para mí, su opinión es tan importante que prefiero que no me la dé». Posteriormente, la famosa explicó: “Hemos tenido muchas conversaciones por este tema: para mí su opinión es tan importante que yo prefiero que no opine porque él, por ejemplo, me dice: ‘Yo te digo algo y vos es lo contrario’».
«No, no hago lo contrario. Estoy haciendo lo que quiero, trabajé un montón para entrar profundamente en mí y ver qué quiero realmente y, después me queda resonando lo que él me dice y como toda libriana, me cuesta mucho decidir; entonces, si encima me opina alguien que me importa la opinión, me quedo ahí», añadió.
Para finalizar, Pamela rememoró sus inicios con el Daniel Vila: «Empezamos en la clandestinidad, como la mayoría de las parejas, después cuando ya estábamos… éramos vecinos, vivíamos a dos cuadras. Yo embarazada de Lola era vecina. Nace Lola, nace con un tema de quedarse en neo, y cuando le dan el alta a Lola y me dice ‘vamos a ir un lugar’ había alquilado una casa en Nordelta con una habitación para nene y nena. En ese momento me encantó, fue una decisión que fue importante para la cabecita de Feli, que tenía cinco años.