Alfredo Leuco se refiere a temas diferentes en sus editoriales aunque su agenda de cada día suele enfocarse en los eventos políticos y sociales que suceden en el país. En una emisión reciente de su programa en Radio Mitre, el comunicador se refirió a “Argentina 1985”, la película que repasa el juicio de Strassera contra las juntas militares
Para comenzar, Leuco señaló: “El cine de calidad está haciendo un gran aporte. Multiplica la figura de un héroe cívico llamado Julio César Strassera en la piel y el talento de Ricardo Darín. En mi caso, hizo que a siete años de su muerte, entienda porque cada día extrañamos más a Strassera. La Argentina, hoy más que nunca, necesita, a todo nivel, hombres de la estatura moral de Strassera. Ya pasaron siete años de su muerte y nunca son suficientes los homenajes que recuerden su coraje y su siembra republicana.
“Julio César Strassera fue como una especie de Raúl Alfonsín de la justicia. Tenía hasta un parecido físico, la misma dignidad y austeridad ciudadana que el ex presidente. Ambos pasaron a la mejor historia argentina por el juicio a las juntas militares. Alfonsín porque tomó la decisión corajuda de combatir la impunidad de los terroristas de estado para refundar la democracia sobre la base de verdad, justicia y castigo a los culpables. Y don Julio, porque fue el fiscal de aquella instancia inédita en todo el mundo. Grabó a fuego en la memoria colectiva ese grito de batalla por la paz que fue el Nunca Más”, agregó.
Más adelante, recordó; “Hasta el 27 de febrero del año 2015, Don Julio era un ciudadano común que fumaba mucho y caminaba lento por las calles y que muy pocos conocían y reconocían. Despreciaba los homenajes pero, aunque él no lo quisiera, tal como dijo Moreno Ocampo, ya es un Santo del Nunca Más que deberíamos bendecir de una vez por todas”
“Los bigotazos blancos y las ojeras profundas lo hacían insólitamente parecido a Alfonsín que fue el político que lo convenció para que se jugara la vida por todos nosotros. Pero Julio César Strassera se transformó en un mito. Lejos del bronce y del cine, don Julio hoy es un monumento a la ley pero hecho de carne y hueso. De vida y libertad”, expresó Alfredo Leuco para finalizar.