"Me rompieron el corazón": Diego Leuco habló como nunca antes de su vida amorosa ESPECTÁCULO El Intransigente

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«Me rompieron el corazón»: Diego Leuco habló como nunca antes de su vida amorosa

El periodista se mostró más directo que nunca al momento de hablar de cuestiones desconocidas.

Ha sabido consolidarse, indiscutiblemente, como uno de los periodistas más importantes de nuestro país. Diego Leuco ha logrado ganarse un lugar muy importante en los medios de comunicación de nuestro país, luciéndose noche tras noche en el noticiero central de Canal Trece, Telenoche, donde se desempeña junto a Luciana Geuna.

Esta vez, fue noticia por lo que decidió revelar en medio de una charla con Grego Rosello, en torno a su vida amorosa. “Fue la primera vez que me rompieron el corazón. Tenía 20 años y estaba trabajando en Noticias. Fue el primer trabajo fuerte en el que me sentí periodista. Y tuve que ir a cubrir el juicio por el encubrimiento del asesinato de María Marta García Belsunce. Había otra periodista que lo estaba cubriendo para otra revista y me enamoré perdidamente”, comenzó asegurando sobre una periodista.

“Ella tenía novio. Tuvimos ahí una historia y siempre me prometía que lo iba a dejar, pero nunca lo dejó. No llegué a ser el amante. Era una historia más bien platónica. Éramos como dos periodistas jóvenes que se encuentran en un juicio oral, con jueces y fiscales, y se gustan y se miran. Ella tenía un año más que yo. Me re rompió el corazón, y lo hizo sostenidamente”, afirmó.

Sin tapujos, Diego Leuco fue por más. “Dos veces pensé que se había separado y no. Realmente la pasé mal. Nos cruzamos un año después en otro viaje. Los dos habíamos ido a cubrir una competencia de snowboard en Chile. Todo hermoso. Un hotel espectacular, y yo dije: ‘¡Es la mía!’. Me había enterado de que se había separado. Estuvo todas las noches con un corredor de snowboard distinto”, lanzó.

“Un día, a la mañana voy a desayunar en el hotel y veo que ella no estaba. Entonces, dije: ‘Le voy a llevar algo a la habitación’. Agarré unos huevitos revueltos, unas frutitas, una pancetita, un juguito, un cafecito. Puse todo en una bandejita y golpeé la puerta de su habitación. Me abre la chica y en la habitación estaba uno de los ryders, y yo como un pelotu*o. Además, no sabés lo que eran los chabones, todos holandeses, finlandeses, pectorales, abdominales, rubios”, sostuvo con humor.

Diego Leuco
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