La semana pasada se develó que Guillermina Valdés estaba detrás de la máscara de «OLI» en «Quién es la Máscara» y más de uno se sorprendió. Después de participar de un formato que no tiene que ver con su trayectoria en el medio, circularon rumores del supuesto malestar con Marcelo Tinelli, su ex, algo que la modelo se encargó de desmentir.
En una nota que le brindó al programa «Por si las moscas» en la emisora Once/Diez, Valdés aclaró que está separada hace seis meses del padre de su hijo menor y aseguró que mantiene una relación cordial. «Estoy orgullosa de irme con amor de las relaciones, no le hice mal a nadie pero no me gusta que mis amigos y familia pasen por una fea situación porque me juzguen», afirmó.
En ese sentido, aseguró: «Mi espíritu es hacer lo que siento, algunas cosas me dolieron». Más tarde, Guillermina se refirió a la teoría de que se sumó a Telefe (en la competencia directa al programa de su expareja) para molestarlo de alguna manera: «No reniego de ser ‘la ex de’ pero si me parece mucho y un golpe bajo e innecesario que la lectura de mi participación sea que quiero destruir a alguien y no que es una posibilidad artística de trabajo».
Para finalizar con ese tópico, Valdés remarcó: «Marcelo me enseñó que ese tipo de cosas no se contestan para no iluminarlas pero mi límite es que mi familia sufra, por eso contesté con respeto». Sobre su participación en el ciclo que conduce Natalia Oreiro, la rubia comentó: «Sentí la posibilidad de jugar, está buenísima la experiencia y fue un regalo del universo, todo fue positivo».
«Soy muy exigente pero saber que no iban a evaluar mi voz me liberó .El proceso fue espectacular. No me molestó verme emocionada, es la verdad y la máscara fue una bisagra en mi vida. Hoy no me importa tanto que me quieran o no, sino mostrar la verdad», dijo a modo de reflexión para finalizar.
