Este fue un año muy particular para Benjamín Vicuña. Esto tiene que ver con que, a lo largo de los meses, tuvo que pasar por diferentes situaciones, principalmente en su vida personal. Meses atrás, el actor tuvo que despedir a su padre en Chile, tras varias semanas viajando a verlo, mientras trabajaba en Buenos Aires. Frente a esto, ayer conversó con Ángel de Brito, al aire de ‘LAM‘, y se sinceró frente a lo que tuvo que vivir.
Durante la emisión de ayer de ‘LAM’, estuvieron presentes en la gala de ‘los personajes del año’, de la Revista Gente. En un momento, Ángel de Brito se encontró con Benjamín Vicuña y decidieron conversar en vivo, sobre su vida personal y profesional. «¿Cómo llevas que todo el tiempo tu vida privada sea tema? Te acostumbraste un poco, parece», le comenzó consultando Ángel. A lo que Benjamín afirmó: «Estoy más suelto… La verdad es que uno no termina de acostumbrarse nunca a cosas que duelen».
«Pero, también entiendo cómo es el negocio. Entiendo que ustedes me ayudan, en la promoción y difusión de mi trabajo. Entonces, hay que entender y mantener ciertos límites. El que se enoja pierde, dicen por ahí», expresó el actor. A lo que Ángel le comentó que «cada tanto te enojas», y Benjamín Vicuña explicó: «Pero se me pasa rápido, no soy rencoroso».
Posteriormente, Ángel le preguntó si está soltero, y el actor afirmó que sí, y confesó que por ahora no tiene ganas de estar en pareja de vuelta. «Estoy enfadadísimo en el laburo, yo sé que suenan lugares comunes, pero es cierto… Un año muy intenso, que pasó lo de mi papá, que fue muy difícil de remontar, en el sentido de que me agarró con laburo, y dicen ‘el trabajo ayuda’, pero no sé si ayuda tanto. Fue muy duro. Lo que sí doy fe, de que existió una prueba de fuego en mi vocación…», expresó Vicuña.
«En el sentido de estar despidiendo a mi papá, con lo que eso significa, y al día siguiente estar subiéndome a un escenario, con una comedia. Suena lindo, pero es difícil, y significa un desdoblamiento, no menor. Uno termina aprovechando estas cosas para generar pequeños tributos. Mi trabajo lo amo profundamente y lo hago con mucho amor, y cómo el dolor muchas veces se puede transformar en acción, en poesía o hasta en risa. A pesar de estas cosas, fue un año agotador, fue un año intenso», concluyó compartiendo.