A un mes del relanzamiento de «Gran Hermano», los participantes fueron tomando confianza y empezaron a compartir sus historias de vida en la pantalla de Telefe. Recientemente, fue el turno de Daniela Celis, que se emocionó al recordar el esfuerzo de su madre y otras personas de su familia para poder tener una vivienda.
«Cuando mi mamá se separa de mi papá, mi papá pierde su primer matrimonio y después tuvo otro matrimonio», empezó contando la concursante. «Y si lo veía era una vez al mes, cinco minutos, cuando él le llevaba la plata a mi mamá porque de eso no me voy a quejar, nunca nos faltó un plato de comida gracias a mi viejo», añadió con la voz quebrada.
Por otro lado, Daniela se refirió a las carencias emocionales que sintió cuando era más joven: «Me faltó ese… Ese compartir, no sé. Un juego, ir a una plaza con mi viejo. Cuando mis viejos se separan, mi mamá se quedó sola conmigo, con mi hermana y con mi tía. «Después pudo comprar un terreno».
«Todos los fines de semana yo iba con mi mamá y hacíamos el techo, las paredes. Un calor, me acuerdo. Era verano. Y yo no quería que vayan mis amigas ni nadie a mi casa porque me daba vergüenza, me sentía mal. Hacía pis en un balde, ¿entendés? De a poco fuimos avanzando y haciendo las cosas. No teníamos ayuda de nadie ni nada. Mi mamá dejó de comer, decía el famoso ‘no tengo hambre’ o ‘yo no ceno de noche’, toda mi vida. Y hoy lo entiendo», le dijo a sus compañeras entre lágrimas.
Para finalizar con su descargo, Daniela volvió a hacer alusión a su progenitor: «Yo me enfermé un montón de veces y todo era relacionado con mi viejo porque yo sabía que hasta que yo no sane el dolor que tenía adentro o lo perdone, no iba a estar bien conmigo misma tampoco».