La directora del Anses, Fernanda Raverta, fijó por decreto que a partir de diciembre del 2022 la jubilación mínima será de $50.124,26 y que la jubilación máxima será de $337.288,80. Además, el documento confirmó que la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) pasará a ser de $40.099,41. Lo cierto es que el haber mínimo es más bajo que el salario mínimo, vital y móvil que hoy se ubica en $57.900.
El Boletín Oficial confirmó los incrementos, sin embargo, si se toman los aumentos que hubo en el último año daría un 61,9%, un número muy lejos de la inflación interanual que va camino a posicionarse en el 100%. Mientras tanto, el Gobierno nacional sigue ofreciendo bonos esporádicos para suplir el deterioro de las jubilaciones, pero el problema es que estas sumas no se aplican a los aguinaldos.
Ninguno de estos decretos incluye a los jubilados y pensionados de regímenes especiales, como docentes, docentes universitarios, Luz y Fuerza, Poder Judicial, que disponen de otros número y caja de aportes diferentes. Por otro lado, este beneficio de la Anses abarca a a 6,1 millones de jubilados y pensionados, es decir, el 84% del total de jubilados.
Por otra parte, el comunicado establece que el importe de la Prestación Básica Universal (PBU) prevista en el artículo 19 de la Ley N° 24.241 será de $22.929,56 a partir de diciembre. El sistema previsional sigue quebrado económicamente y queda reflejado en las prestaciones porque del total de los 7,2 millones de jubilados actuales, el 50% ingresó al sistema a través de leyes de moratoria.
Según datos de la Anses, los argentinos que alcanzan su edad jubilatoria con 30 años de aportes son solo 1 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 varones. Mientras tanto, desde el Gobierno nacional intentan frenar la inflación a través del programa Precios Justos que tendrá vigencia durante 6 meses y abarcará más de 1800 productos de supermercardo.